Por Óscar Alejandro Roa
Hace unos días, empezó una sacudida estudiantil en el Tecnológico de Monterrey. O pagan al 100 por ciento la colegiatura o no tienen cabida en la institución. La reiterada falta de sensibilidad de los directivos de esa escuela hacia sus alumnos, ha sido la característica principal desde hace algunos años, donde la función primordial es cobrar más dinero y maximizar ganancias y eso que es una de las universidades más costosas de México.
Hechos que están demostrados por la manera de disfrazar el aumento de las colegiaturas con acciones como las de no incluir el costo del TransporTec (Transporte Escolar antes “gratuito”) e incluso empezar a cobrar estacionamiento, como se está por hacer en el Campus Santa Fe.
Esta actitud de los directivos llegó al límite, cuando un estudiante pidió ayuda para inscribirse en el semestre que está por empezar, él ha estado pagando sus colegiaturas regularmente, debido a la crisis ocasionada, entre otras cosas por el coronavirus, sólo solicitaba se le redujera en un porcentaje para seguir sus estudios. El Tec de Monterrey le dijo, palabras más palabras menos, “…sólo podemos decirle que todos son libres de elegir si se inscriben o no, si continúan o desisten ante esta adversidad que también al Tec ya comienza a cobrar factura”; en pocas palabras, si no puedes pagar, vete.
Eso le contesta uno de los mejores centros de estudio de México a sus estudiantes. No me imagino que hubiera hecho Eugenio Garza Sada, uno de los más grandes hombres de la historia reciente de la nación, quien creó este Instituto para los hijos de los trabajadores, para mejorar a nuestro país. Seguramente se habría desecho de toda la directiva actual por ir en contra de los principios, herencia y esencia del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, del cual propios y ajenos nos sentimos orgullosos.
¿Dónde están las propuestas de solución de EGADE Business School, que se requieren para su institución en este momento? ¿Qué pasó con la visión humana de Alfonso Reyes?
Ante la ausencia de empatía y falta de solidaridad hacia los alumnos por parte de esa institución, se ha generado un movimiento estudiantil inédito, se están uniendo de todos los campus del Tec para que se otorguen apoyos y facilidades a los que lo necesiten y así, evitar pierdan sus estudios, estamos hablando de personas con promedios elevados, orgullosos cimarrones.
Mejor otras universidades de prestigio han reducido temporalmente las colegiaturas en apoyo a su comunidad estudiantil.
EN POSITIVO, a sólo dos días llevan más del 12 por ciento de las firmas del total de los estudiantes del Tecnológico de Monterrey en todo México. Hago un llamado a la Asamblea de Asociados y al Comité Directivo del Tecnológico de Monterrey para que no abandonen a sus estudiantes y sobre todo no olviden a Don Eugenio. A la comunidad estudiantil mi solidaridad y mis mejores deseos.