LXV Legislatura: las claves de la negociación

En la legislatura anterior se experimentó un fenómeno que no había ocurrido en tiempos recientes, el predominio del ejecutivo sobre el poder legislativo. Una constante a lo largo de los últimos tres años es que la discusión fue nula al interior del Congreso. Prácticamente todas las iniciativas enviadas por el presidente fueron aprobadas, de 29 iniciativas que presentó el ejecutivo se aprobaron 27 y 2 se encuentran pendientes de aprobar, la consecuencia de dicha acción ha sido la interposición de acciones de inconstitucionalidad por parte de la oposición al no haberse dado un análisis y un consenso más profundo en las discusiones de las iniciativas.

En la legislatura que entró en funciones la configuración del bloque oficialista está integrado por MORENA, PT y PVEM, que tendrán en conjunto 278 legisladores, lo que les permitirá tener mayoría absoluta y aprobar el presupuesto de egresos sin que sea necesario el apoyo de la oposición, pero no tendrán mayoría calificada para hacer reformas constitucionales, la oposición (PAN, PRI, PRD, MC) contará con 222, suficientes para oponerse a cualquier reforma constitucional. A pesar de que MORENA tendrá 198 diputados, 58 legisladores menos que la legislatura pasada, tiene el poder suficiente para seguir controlando un bloque amplio de legisladores y marcando la agenda al interior del Congreso, parte de su poder se basa en los pronósticos que le auguran más victorias en gubernaturas y que están llevando al partido a consolidar una hegemonía en buena parte de los estados del país, ante dicho escenario sus aliados tienen incentivos suficientes para apoyar la alianza tanto en lo político como en lo electoral.

Parte de los temas que se analizarán durante la actual legislatura versan sobre cuestiones de naturaleza política. El primero de ellos es el de la ley de juicio político (ya aprobada), que entre los aspectos más controvertidos que contempla destaca que “durante el tiempo de su encargo, el presidente de la República podrá ser imputado y juzgado por traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales y todos aquellos delitos por los que podría ser enjuiciado cualquier ciudadana o ciudadano”. Con esta medida el presidente puede convertirse en rehén del poder legislativo y con ello abrir un periodo de inestabilidad política sobre todo cuando el partido en la presidencia no tenga la mayoría en el congreso.

Un segundo tema es de la reforma electoral. No es la primera vez que se presenta una iniciativa en dicha materia, sin embargo, en los últimos meses ha aumentado el enojo del presidente hacia el INE y el TEPJF. Si bien hay aspectos positivos que se pueden destacar en esta iniciativa como son el uso del voto electrónico o la incorporación del presupuesto participativo, hay otros que deberían de analizarse con más detenimiento, como la desaparición de los OPLES o la propuesta de cambiar la integración de los órganos electorales para sustituirlos por personas que seguramente serán afines al partido en el poder. Se ve complicada la aprobación de dicha iniciativa porque además de necesitar de la aprobación de las dos terceras partes de las cámaras, contiene modificaciones para reducir el número de diputados plurinominales lo que evidentemente afectaría a los partidos más pequeños entre ellos partidos aliados a MORENA.

Por último, está el tema de la revocación de mandato que ha sido otro punto de desencuentro entre la oposición y el partido en el poder. El bloque encabezado por MORENA cuenta con los votos suficientes pasa aprobar la ley de revocación de mandato, sin embargo, el punto del debate se encuentra en la redacción de la pregunta, la pregunta propuesta por MORENA es la siguiente ¿Estás de acuerdo en que (nombre), presidente de los Estados Unidos Mexicanos, continúe ejerciendo el cargo hasta que concluya su mandato? La principal problemática con esta redacción es que rompe con el principio de la revocación de mandato el cual se basa en la conclusión de forma anticipada del periodo presidencial, con esta redacción lo que se busca es ratificar en el cargo al presidente, de no alcanzarse un consenso MORENA puede aprobar la ley, pero seguramente será impugnada por la oposición ante la Suprema Corte.

La actual legislatura servirá de laboratorio para medir el verdadero poder de las fuerzas políticas en el Congreso y su capacidad para trabajar en bloques, pero sobre todo para ayudar a lograr el equilibrio de poderes, como ya se comentó la anterior legislatura pasará a la historia como una de las que mayor subordinación tuvo a los intereses del presidente. Estos órganos tienen como función primordial representar a cada uno de los ciudadanos, por lo mismo tienen la obligación de realizar una deliberación profunda de cada una de las leyes que se debaten en el congreso, esta ausencia de deliberación constituye un serio retroceso para la vida democrática del país.

Iván Arrazola. Colaborador de Integridad Ciudadana, Doctor en estudios Científico-Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO México). Especialista en participación ciudadana, cultura de paz, democracia subnacional y gobierno abierto @ivarrcor @Integridad_AC