Columnas
El mensaje que mandó Claudia Sheinbaum, a través de la dirigencia nacional, fue muy claro: no adelantar vísperas, pero tampoco dejar a un lado la organización de un movimiento que, por las proporciones numéricas y por sus propios méritos, se ha considerado uno de los más robustos del mundo. La misma aprobación de Sheinbaum, que corresponde totalmente a los hechos y al quehacer que ha realizado en este tramo de su gestión, hablan por sí solos. En suma, más del 82% de la aprobación en México, en promedio de una media, respalda el trabajo de la jefa de Estado. Ese porcentaje, incluso, se ha mantenido intacto, y con una tendencia a seguir creciendo por el quehacer que ha llevado a cabo a lo largo y ancho del país. Si tomamos en cuenta eso, y la apoteosis que vive la expresión lopezobradorista, hay grandes posibilidades, así lo percibimos, de ganar todo lo que se jugará en las elecciones intermedias del 2027.
Las mismas encuestas, que han validado el pulso de la población y que fueron muy concluyentes en vísperas del pasado dos de junio, han manifestado el despegue de Morena en enclaves que, hasta ahora, gobiernan la oposición. Hay, entonces, elementos para pensar que, llegado el momento, el mosaico preelectoral se podrá cimbrar con algunos triunfos históricos de la coalición de izquierda. De entrada, la derecha continúa cayendo en detrimento; su arrogancia y su alta dosis de narcisismo los sigue cegando de la realidad. Si tomamos en cuenta los cambios profundos que prometió Jorge Romero, luego de su llegada a la dirección del PAN, esto sigue prácticamente igual, incluso peor para el panismo. Su falta de liderazgos, sumado a sus tropiezos y su política punitiva, son temas que siguen convulsionando sus estructuras. El PAN, aunque lo nieguen, no sabe realizar trabajo territorial ni mucho menos hace acto de presencia en las comunidades que más requieren el apoyo, especialmente en Aguascalientes.
En esa entidad, por ejemplo, Claudia Sheinbaum, de acuerdo con la evaluación que realizó Demoscopia Digital, promedia el 72% de respaldo ciudadano de esa entidad. Mostró, entre muchos aspectos más, que su liderazgo hace gala en las 32 entidades federativas, incluidas las que gobiernan la oposición. La otra cara de la moneda, en esa misma perspectiva, es el respaldo que tiene la gobernadora María Teresa Jiménez. Ella, en este momento, promedia 50% de apoyo de los ciudadanos de Aguascalientes. Eso, como tal, significa que el proyecto de la cuarta transformación, en este proceso clave, está muy por encima de un panismo que ha caído hasta la cuarta posición como fuerza política a nivel nacional.
Y una presidenta que concentra esa proporción de respaldo ciudadano, se convierte en un elemento crucial para los procesos electorales. Ese mismo fenómeno pasó con Andrés Manuel López Obrador, que, aunque no figuróen las boletas, su nombre, por tanto, apuntalaba a la izquierda. Si a eso le sumamos que la sociedad se muestra distante de la filosofía y las ideas conservadoras del PAN, podemos ir adelantando pronósticos que, ante la realidad inminente, salen a flote en este preciso instante de mayor apogeo de la coalición Seguimos Haciendo Historia. La clave de ello estará, queda claro, en los perfiles que mande el CEN a la cancha. En Aguascalientes, que hay que aprovechar al máximo ese momento inmejorable que vive una de las voces más elocuentes, Morena, en esa lógica, tendrá que inclinarse por Arturo Ávila. Él, hoy en día, es uno de los protagonistas más visibles y mediáticos en las mesas de análisis. Recordemos que, como tal, la labor que realiza de vocería de la fracción parlamentaria de Morena en San Lázaro, sumado al respaldo de liderazgos como Ricardo Monreal, lo han catapultado a la cima de las preferencias en ese punto.
Siendo así, el futuro de Arturo Ávila es, ni más ni menos, muy prometedor considerando ese relevo generacional que hizo énfasis Andrés Manuel López Obrador. En pocas palabras, las condiciones están dadas para que él, en su mayor nivel de desempeño, sea el abanderado de Morena para ir en busca de la hazaña en Aguascalientes. Eso incluye, naturalmente, su abrumadora ventaja en la carrera interna y, de paso, la atención que ha ido acaparando y focalizando con periodistas de renombre a nivel nacional. En él, queda claro, vemos una gran oportunidad de alternancia en aquel enclave del país, pues lo que ocurre en cada debate, sobre todo cuando Arturo Ávila exhibe la corrupción del panismo, nos da una muestra de lo que puede llegar a provocar como abanderado en un par de años más.
Sería un boom para Morena y, desde luego, la puerta de acceso para ganarse el cariño y respaldo popular. De hecho, las encuestas, en especial las de mayor credibilidad, ponen en igualdad de condiciones a PAN y Morena, en Aguascalientes. El punto crucial, considerando un clima cerrado, será la diferencia que marque la capacidad elocuente de Arturo Ávila. Hay muchas razones para ir pensando en esa posibilidad, sobre todo por el fenómeno social que se ha convertido el vocero de la fracción parlamentaria de Morena en San Lázaro. Eso se ha visto, de manera clara, en cada intercambio de postura en el que Ávila, con ese término, se ha convertido en el verdugo de la oposición, máxime cuando deja al descubierto sus fechorías.
Habrá relevo generacional y, lo mejor de ello, se asoma la alternancia en Aguascalientes con su mayor activo político, Arturo Ávila.
Notas finales
El prometedor arranque de uno de los gobernadores más votados en la pasada elección del dos de junio, ha comenzado a florecer con los datos que se han ido oficializando a cinco meses de haber tomado protesta como mandatario constitucional. Y hoy, que precisamente reina el proceso de transformación, sale a flote el nombre de Eduardo Ramírez, calificado, de acuerdo con las encuestas de mayor credibilidad en México, cómo el mejor mandatario con casi el 80% de apoyo. Eso, de manera clara, fue la misma votación que obtuvo en el escrutinio público; es decir, la ciudadanía que confía en él, a estas alturas, sigue apoyando ciegamente en esta nueva ERA. De hecho, eso se ha notado no solamente en la pacificación que ha tenido sustanciales avances, sino en temas de desarrollo social y, desde luego, en rubros de salud. Como sabemos, Ramírez Aguilar, en ese compromiso social, es de los que siempre pugna por llevar ese progreso a todos los rincones, incluyendo las localidades más alejadas. A ellos, en especial, les ha puesto atención, especialmente al generar brigadas de atención para prevenir enfermedades por vectores. Eso, a su vez, tiene una plena coordinación con el sistema de salud que, conforme avanzan los meses, se nota el grado de fortalecimiento con mecanismos y herramientas más sofisticadas. Buen trabajo.