La caída de los servicios, ahonda debilitamiento del país: Ceesp

El mal desempeño de la economía, que inició en la segunda mitad de 2018, se fortaleció en 2019 y se aceleró con la presencia de la crisis sanitaria, se reflejó en la caída mensual de 2.6 por ciento que tuvo el IGAE durante mayo, lo que significó una baja anual de 21.6 por ciento, su mayor descenso desde que se inició la publicación de este indicador en 1993.

Así lo refiere el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en su resumen semanal y en donde cita el reporte del Indicador Global de la Actividad Económica del Inegi, al cierre del segundo trimestre del año.

Al interior de este resultado, el mayor debilitamiento se observó en las actividades secundarias, que cayeron a una tasa anual de 29.7 por ciento, porcentaje similar al reportado un mes antes. Las actividades terciarias cayeron a una tasa anual de 19.1 por ciento, después de que en abril disminuyeran 15.9 por ciento.

Por el contrario, las actividades primarias tuvieron un avance anual de 2.5 por ciento. La actividad comercial del país sigue severamente debilitada ante la crisis sanitaria.

Los resultados del Inegi, refieren los analistas del Ceesp, indican que en mayo las ventas minoristas resultaron 23.4 por ciento menores respecto al mismo mes del año pasado, porcentaje que si bien es ligeramente menor al del mes previo, debido a un modesto repunte mensual de 0.8 por ciento en las ventas de mayo, este indicador se mantiene en niveles históricamente bajos.

El indicador del sector servicios, por su parte, aceleró su debilitamiento al reportar una baja anual de 29.5 por ciento, la mayor desde que se inició la publicación de este indicador en 2008. Durante la primera quincena de julio, los precios al consumidor reportaron un incremento de 0.36 por ciento, que fue el más alto para el mismo lapso desde 2012.

Este comportamiento respondió al alza de 0.25 por ciento el subíndice de precios subyacente, que respondió en buena medida a las presiones provenientes del incremento de 0.36 por ciento en los precios del indicador de mercancías. El indicador no subyacente tuvo un aumento de 0.69 por ciento. Con estos resultados, la inflación anual se elevó a 3.59 por ciento, su nivel más alto en las últimas ocho quincenas. La inflación anual subyacente fue de 3.84 por ciento y la no subyacente de 2.79 por ciento.