Aún conservamos vivo el recuerdo de la promulgación de la Constitución de la Ciudad de México en 2017, que trajo consigo una evolución para la capital, cuyo texto constitucional es una apuesta al desarrollo, asume el respeto a los derechos humanos, a la no violencia, a la función social, a la democracia directa, a la mejor convivencia entre las y los ciudadanos.
Se trata de un esfuerzo por nuestra ciudad, definida como intercultural, pluriétnica, plurilingüe, donde se plasmó la figura de la diputación migrante, que reconoce que, si los ciudadanos oriundos de la capital viven fuera del país, tienen derecho de votar y ser votados. Por esta razón, la Constitución local se ha convertido en progresiva, es prácticamente la más moderna que tenemos en el país.
Sin embargo, esta nueva figura atravesó momentos de tensión para su aplicación. El 9 de enero de 2020 se publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el decreto por el que se derogó la diputación migrante. Se reformaron diversos artículos del Código de Instituciones y Procedimientos Electorales de la Ciudad de México, que daban el sustento jurídico a dicha figura y que otorgaban al Instituto Electoral de la Ciudad de México la facultad de formular las reglas para su implementación.
La decisión del Congreso local fue impugnada hasta llegar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde finalmente la Sala Superior confirmó la decisión de mantener la diputación migrante, reconociendo el derecho de participación y representación política, como grupo subrepresentado, de las personas migrantes originarias de la CDMX o que residieron en ella y el derecho a votar y ser votado de la diáspora mexicana, como parte de la pluralidad política de nuestra capital.
Una vez que el camino ha sido allanado para la diputación migrante, el Instituto Electoral trabaja en los escenarios y lineamientos que serán aplicados en la elección de dicha figura, en la emisión de las reglas de participación electoral de las y los chilangos desde el exterior, así como esclareciendo si las y los aspirantes a diputado migrante tendrían que registrarse por partido o de manera independiente.
Ahora las y los chilangos que radican en el extranjero, deben solicitar sus credenciales de elector cuanto antes, agendando citas en los consulados de México en el exterior para asegurar su participación en el Proceso Electoral Local Ordinario 2020-2021, detonando así la participación electoral en el extranjero, principalmente en Estados Unidos.
De esta forma, la Ciudad de México está a la vanguardia en el diseño político para la representación popular en el Congreso local. La diputación migrante no debe ser planteada como un cargo público para una persona, sino como la legítima representación de la ciudadanía en el extranjero.