Toda cacería de brujas tiene como antecedente una lista previa y, como objetivo, una depuración de gente, marginación y segregación, un apartheid, los métodos pueden implicar desde el despido laboral hasta la desaparición de personas o la censura y la coerción de sus derechos.
Durante el franquismo llegaron miles de refugiados españoles a México, el fascismo del generalísimo produjo la ruptura con España con el gobierno de Lázaro Cárdenas, la depuración estaba consumada.
El nazismo marcaba a los judíos con una estrella de David para ser identificados y ser enviados a campos de concentración. Muchos de ellos formaban parte de una larga relación de personas identificadas como enemigos en los archivos de los nazis, nunca fueron percibidos como adversarios políticos. Sustitución de palabras que encajan en las actuales agresiones de la oposición contra los contrincantes políticos.
Los caminos de la intolerancia terminaron en el exterminio, el racismo, el desplazamiento, la discriminación, el aislamiento (cárcel o manicomio), y la diferencia de ideas con el destierro o el asesinato. Este era el panorama de hace poco menos de un siglo en Europa, situación que recoge un empresario mexicano herido por ser obligado a entrar a la legalidad, quien anuncia colocar en una lista a quienes quieren quitarle lo que considera propio, a pesar de no haber sido obtenido por medios lícitos, porque no pagar impuestos es un delito.
En los 50 el gobierno de Estados Unidos adopta la intolerancia oficial, misma que atacó en los nazis apenas unos años antes y dejó sin trabajo a quienes tenían ideas diferentes, con el fantasma del comunismo como bandera del macartismo y la intransigencia. La industria cinematográfica vio disminuida la calidad de sus producciones y actores por esa lista negra que impedía participar en películas a los “disidentes”, forzando a la migración de actrices y actores, lo mismo sucedió en otros gremios.
No es gratuito que haya enemistad en lugar de controversia, tampoco que haya agresión en lugar de debate, sobre todo cuando se defiende lo que creyeron propio y la historia les señala como delincuentes, porque si lo que tienen lo obtuvieron evadiendo impuestos es un bien mal habido. Esa es la reacción de quienes pelean, más con gritos que con razones regresar al pasado, a los tiempos de la impunidad.
La convocatoria de Claudio Xicoténcatl González para crear una lista de simpatizantes del enemigo, no sólo es amenaza sino aviso de una auténtica censura actual y con vigencia, que impone con ayuda de sus aliados a través de lo que está en sus manos como es del twitter, donde quienes pegan en el lugar adecuado y les duele, son castigados con la desaparición de su cuenta. Una advertencia y un amago a la libertad de expresión que dicen defender él y sus aliados