En plena cuarentena por el coronavirus, el periodista y colaborador de ContraRéplica Eduardo Bautista fue asaltado y golpeado la noche del lunes en la colonia Avante, de la alcaldía Coyoacán.
Alrededor de las 21 horas, cuando él se dirigía a su casa, un hombre se le acercó y, con una pistola tipo escuadra, le pegó en una costilla y le arrebató su celular, para después huir.
El reportero presionó un botón de pánico que estaba cerca de la zona y, al poco rato, llegó una patrulla.
Los oficiales lo auxiliaron. Primero se patrulló la zona, sin éxito. Luego, mediante geolocalización pudieron constatar que el equipo estaba en la zona conocida como “La Marranera”, en Paseos de Taxqueña.
Esa zona, sobre la calzada Taxqueña, justo a un lado de Cecyt 13, del IPN, es conocida por los constantes asaltos.
El incidente más lamentable ocurrió en 2007, cuando asesinaron Luis Miguel Sánchez, a quien le dispararon tras oponerse al robo de su celular.
Aunque sabían la ubicación de su celular, cuando levantó su acta en el Ministerio Público del Juzgado Cívico COY-1, ubicado en la colonia Romero de Terreros, le dijeron que era necesaria una orden de un juez para ingresar al domicilio donde estaba ubicado el equipo.
Esta acta, le informaron, tarda 15 días en emitirse, como mínimo. Un funcionario de la policía de investigación le dijo que las imágenes en las que aparecía la ubicación de su celular no servían para efectos legales, a menos que las localizaciones fueran impresas en una hoja. El funcionario argumentó que las captura de pantallas no sirven.