Mauricio Huesca habla de nuevas masculinidades inclusivas y tolerantes

Durante el encuentro realizado en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca, Morelos, el Consejero del IECM señaló que “los hombres somos las primeras víctimas del patriarcado, porque la masculinidad hegemónica ha impuesto un ideal de lo que debe ser un hombre y esto tiene altos costos en términos de salud y relaciones sociales”.

Expuso que es necesario analizar los efectos dañinos de las masculinidades e identificar los caminos de las nuevas masculinidades, con el fin de que todas y todos adoptemos un concepto que sirva, de manera individual, para formarnos un nuevo concepto de interacción social y de relaciones de poder en la sociedad.

Refirió que la masculinidad es una cuestión social aprendida, lo que conlleva a establecer cánones de comportamiento en los hombres que los hace ver como personas proveedoras, líderes, atrevidas, viriles, activas, fuertes o sobresalientes, tales características es lo que genera una cierta “toxicidad de la masculinidad, lo que provoca distorsiones y asimetrías de la sociedad”.

De igual forma, dijo que el comportamiento del hombre, establecido por la sociedad, tiene prohibido expresar sus emociones, pedir ayuda o a acudir a terapia, lo que conlleva a una práctica de autoflagelación que generará repercusiones en el entorno en que se desarrolla, siendo más violento o agresivo.

Trasladado al ámbito de las mujeres, indicó que el costo es mucho mayor, porque en el sistema patriarcal de dominación heteronormado se genera violencia exacerbada en contra de las mujeres y en contra de otros hombres que no encuadran en el estereotipo de hombre masculino dominante, sufriendo así de violencia, dominación o bullying.

El Consejero Huesca Rodríguez indicó que es necesario identificar los rasgos distintivos de la “masculinidad tóxica”, para encontrar una estadía en la cual haya una masculinidad más inclusiva, desincorporada de privilegios y atribuciones preestablecidas por la sociedad.

Reiteró que es necesario implementar una nueva masculinidad en la niñez y las juventudes, para que desde ahora reciban una educación alejada de las características de las masculinidades tóxicas y aplicar cambios en esta estructura.

En este sentido, propuso hacer una autoreflexión para que los hombres puedan quitarse las ataduras de lo que es masculino y transitar a una sociedad en la que se elimine la idea de masculinidad que conlleva muchas cargas para los hombres. “Es necesario adoptar las nuevas masculinidades, conocidas como masculinidades emergentes o igualitarias que acaben con sistema de dominación patriarcal”, resaltó.