Miles de trabajadores se movilizaron este 1 de mayo en la Ciudad de México para conmemorar el Día Internacional del Trabajo y exigir mejoras laborales, siendo la principal demanda la aprobación de la reforma que reduciría la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. Las marchas partieron desde distintos puntos como el Palacio de Bellas Artes y el Ángel de la Independencia con rumbo al Zócalo capitalino.
Organizaciones sindicales como el Sindicato Nacional Minero, la CROM, la CROC, la CNTE, telefonistas, transportistas, universitarios y repartidores por aplicación se hicieron presentes con pancartas, batucadas y consignas que exigen también pensiones dignas, servicios de salud de calidad y la no imposición de impuestos sobre las prestaciones contractuales.
“Exigimos servicios de calidad en la salud”, “40 horas ya” y “No impuesto a las prestaciones”, fueron algunas de las frases coreadas por los manifestantes que avanzaron entre matracas y música regional hacia la Plaza de la Constitución. Entre los líderes visibles del movimiento estuvieron Napoleón Gómez Urrutia, secretario general del Sindicato Minero, e Isaías González Cuevas, de la CROM, quienes participaron en un mitin instalado frente a la Catedral Metropolitana.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) también protagonizó la jornada al denunciar la vigencia de las reformas a la Ley del Issste de 2007 y la educativa del sexenio de Enrique Peña Nieto. Pedro Hernández Morales, secretario general de la sección 9, afirmó que “todos los sectores buscamos el legítimo derecho de tener condiciones dignas en el empleo”, y anunció la entrega de su pliego petitorio al Gobierno federal en Palacio Nacional.
En contraste, las centrales obreras tradicionales como la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y otras agrupadas en el Congreso del Trabajo no participaron en la movilización. En su lugar, acudieron a una comida con la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional.
La jornada transcurrió en medio de un ambiente festivo y pacífico, con gran presencia de organizaciones sociales y sindicales que aprovecharon el Día del Trabajo para insistir en que las reformas laborales pendientes deben ser reactivadas y aprobadas de forma urgente por el Congreso.
Foto por Cuarto oscuro