Durante la inauguración de la XIX Asamblea General Ordinaria de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia (AMIJ), la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, lanzó una advertencia contundente sobre las implicaciones de una reforma judicial apresurada, señalando que cualquier cambio en el sistema judicial debe ser cuidadosamente evaluado para no comprometer la carrera judicial ni la autonomía del Poder Judicial.
En el evento, cuyo eje temático fue la “justicia social y los retos para las personas juzgadoras en México”, Piña Hernández destacó que las reformas mal planeadas pueden politizar la impartición de justicia y erosionar los principios democráticos que la sustentan. “Ninguna falla del sistema de justicia justifica la eliminación de tajo de la carrera judicial”, afirmó, subrayando que las decisiones apresuradas pueden tener consecuencias impredecibles para la democracia del país.
Además, Piña enfatizó que la justicia no se limita al ámbito jurídico, sino que está profundamente vinculada con la equidad, la ética y los derechos humanos. “La existencia de un Poder Judicial independiente es indispensable para la defensa de la democracia, un logro que nos ha costado tanto trabajo construir”, afirmó.
En su discurso, la ministra presidenta hizo un llamado a los impartidores de justicia para actuar con excelencia, integridad y responsabilidad, asegurando que la independencia del Poder Judicial es esencial para mantener la confianza pública y garantizar un sistema justo y transparente.
Piña también abordó los desafíos de integrar la tecnología, como la inteligencia artificial, en los sistemas de justicia. Reconoció que, aunque estas herramientas pueden mejorar la eficiencia y la accesibilidad, también plantean riesgos éticos significativos. Por ello, insistió en la necesidad de dotar estos avances de los más altos estándares de justicia para preservar las garantías individuales.
Foto por Cuarto Oscuro