¡Nos faltan dos! (magistraturas)

De conformidad con el artículo 99 de la Constitución federal, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es, con excepción de lo dispuesto en la fracción II del artículo 105 de la Carta Magna, la máxima autoridad jurisdiccional en la materia comicial y órgano especializado del Poder Judicial de la Federación (PJF). Funciona en forma permanente con una Sala Superior y salas regionales.

Tanto las magistraturas que integran las salas Superior y regionales, son elegidas de manera escalonada por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Senadores, a propuesta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Las y los siete togados de la Sala Superior deben cumplir los mismos requisitos que para ser ministro o ministra de la SCJN, y duran en su encargo nueve años improrrogables.

Pues bien, en sesión solemne de la Sala Superior celebrada este 31 de octubre, se declaró concluida la gestión del encargo de los magistrados José Luis Vargas Valdez e Indalfer Infante Gonzales.

Dichos juzgadores habían sido designados por el Senado de la República para concluir sus funciones en 2019; sin embargo, por virtud de una reforma se amplió su gestión hasta el 31 de octubre de 2023.

El acto fue encabezado por el magistrado presidente, Reyes Rodríguez Mondragón, y estuvieron presentes las y los integrantes del Pleno con la ausencia de la magistrada Janine Otálora Malassis y del magistrado Felipe de la Mata Pizaña. Como público asistieron algunos ministros de la SCJN.

En los rumbos de Carlota Armero se dice que Otálora y de la Mata no acudieron a la sesión porque nunca pudieron conciliar sus diferencias con el magistrado Vargas Valdez, quien, por cierto, aprovechó el foro para recriminarles a sus pares que en 2021 lo hayan quitado de la presidencia de la Sala Superior, y la “burda campaña de ataques y persecución, que hasta la fecha sigue impune”, finalizando con la frase: " 'La verdad nos hará libres', y yo agregaría, su infamia los perseguirá toda la vida". La sesión fue fría, tensa y únicamente la magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso hizo uso de la palabra para despedir a los magistrados.

Pero más allá de las diferencias, lo importante ahora, es que, según nuestras fuentes, el Senado no tiene la intención de nombrar a quienes cubrirán las dos vacantes, por lo menos en esta Legislatura; recordemos que la SCJN envío de manera oportuna las dos ternas y la Comisión de Justicia de la cámara alta declaró la idoneidad de estas, por lo que, el tema ahora está en la cancha de la Junta de Coordinación Política y del Pleno.

Ley Orgánica del PJF prevé que bastará la presencia de cuatro magistrados o magistradas para que la Sala Superior pueda sesionar válidamente, pero para hacer la declaración de validez y de presidenta o presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos, o para declarar la nulidad de tal elección, la Sala Superior deberá sesionar con la presencia de por lo menos seis de sus integrantes.

Lo ideal es que el Senado realice las designaciones, pero en tanto ello ocurre, la propia Ley Orgánica establece que “mientras se hace la elección respectiva, la ausencia será suplida por el magistrado o la magistrada de Sala Regional con mayor antigüedad, o, en su caso, de mayor edad, si existen asuntos de urgente atención”.

Ya veremos si se logran los acuerdos o se rechazan las ternas, porque aun y cuando están conformadas por excelentes perfiles, no gustó mucho que se dejaran de incluir algunos otros ajenos al Poder Judicial, que tal vez podrían lograr mayor consenso entre los grupos parlamentarios.

De ello, les platico más adelante.

Plancha de quite: “El deber de un juez es hacer justicia; su arte consiste en demorarla”. Jean de la Bruyère.