Columnas
Yo hice el delito de cobranza ilegitima hace 9 años, y surgió de la preocupación y queja de muchas personas de bien que eran desde amenazadas y amenazados de manera presencial o a través de cartas agresivas que contenían amenazas si no se pagaba, hasta llamadas insistentes a los domicilios en la noche, en la madrugada a toda hora o incluso a los domicilios de los familiares, todo esto como medidas de presión en busca de cobrar una deuda, pero sin sustento legal, de ahí se derivo la necesidad de parar los abusos de los cobradores.
En los últimos años surgió un esquema de préstamos conocido como “gota a gota”, se caracteriza por ser relativamente fácil de obtener y carecer de un procesoformal, a diferencia de las entidades financieras convencionales, ahí están tambiénlas famosas bandas de prestamistas colombianos.
Estos préstamos se convirtieron en un problema para las víctimas, pues la mayoríade las ocasiones terminan atrapadas en una espiral de deudas insuperables y amenazas por parte de prestamistas sin escrúpulos, que les quitan su dinero y les han llegado a quitar hasta sus propiedades, ya que los créditos se convierten enimpagables.
Este sistema opera sin regulación ni supervisión gubernamental y se ha expandidorápidamente en la Ciudad de México.
El aumento en la pena privativa de la libertad a quien lleve a cabo una cobranzailegítima, es importante ya que busca evitar las extorsiones por parte de losprestamistas, y de esta nueva modalidad de extorsiones cometidas por la delincuencia organizada.
Aumentar la pena busca contener este delito que ha aumentado exponencialmente en los últimos años, que abusa de las mujeres solas y de los más desvalidos a quiénes engañan con falsas promesas.
De igual modo, cuántas veces hemos sabido del estilo de cobranza que tienenalgunas tiendas departamentales o instituciones financieras a deudores que regularmente se vieron superados por los intereses, en donde amenazan con acudira sus domicilios e ingresar a la fuerza para realizar un embargo, o través de cartas y llamadas telefónicas amenazan con realizar acciones extrajudiciales, todas ellas, sin un sustento legal.
Si los prestamistas “gota a gota”, si las instituciones financieras y si las tiendas departamentales se atreven a realizar cobranzas ilegítimas cuando existe una penanos vemos en la necesidad de aumentarla para contener este delito que azota a la población. De ahí la necesidad de que la pena se estableció entre 10 a 15 años de prisión.
Se puede llevar acabo la cobranza pero solo la legítima, es decir con un juicio y siguiendo las formalidades de todo un proceso legal, siempre actuando conforme a derecho.
Esta reforma no se trata de defender a los defraudadores, a aquellos que solicitan un préstamo o adquieren un crédito sin intención de pagarlo.
Se trata de no ceder ante un evidente incremento en esta modalidad de cobro, se trata de proteger al ciudadano, se trata de que la Ley valga, NO se trata de dejar en la indefensión a la gente y darle rienda suelta a la delincuencia.
No podemos minimizar esta problemática como si no existiera, es urgente detener las extorsiones que todos los días sufren las y los capitalinos.