Irán denunció formalmente ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) las amenazas de Israel contra sus instalaciones nucleares, exacerbando las tensiones en la región.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, instó a la "máxima moderación" para evitar un conflicto a gran escala en Oriente Próximo, donde la situación es cada vez más crítica.
Irán afirmó que su respuesta militar contra Israel fue en ejercicio de su derecho a la autodefensa, dirigida exclusivamente a objetivos militares y diseñada para minimizar daños a civiles, sin embargo, Estados Unidos, Reino Unido y Francia condenaron enérgicamente el ataque, considerándolo una amenaza significativa para la seguridad regional.
El embajador de Irán en la ONU, Amir Saed Iravani, reiteró que su país no busca una escalada ni una guerra, pero lamentó que algunos miembros del Consejo de Seguridad hayan ignorado las causas profundas de la situación actual.
Por su parte, el embajador adjunto de Estados Unidos, Robert Wood, exigió que el Consejo de Seguridad tome medidas contra Irán.
La tensión entre Irán e Israel ha llevado al Consejo de Seguridad a una reunión de emergencia para abordar la crisis.
La comunidad internacional teme una escalada militar en la región, con posibles consecuencias devastadoras.
La ONU busca promover el diálogo y la moderación para evitar un conflicto mayor.