Durante el primer trimestre de 2025, Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó una producción promedio de 1.615 millones de barriles diarios de hidrocarburos líquidos, cifra inferior a los 1.670 millones registrados en el trimestre anterior. Con este resultado, la empresa suma siete trimestres consecutivos con descensos, rompiendo con la tendencia de crecimiento observada desde el tercer trimestre de 2020.
La disminución trimestral se debe principalmente a una menor extracción en campos petroleros maduros —con una baja de 52 mil barriles diarios— y una leve caída en la producción proveniente de nuevos desarrollos, con 3 mil barriles menos. Este retroceso limita los avances de Pemex en sus objetivos de recuperación.
En el trimestre analizado, la producción de los nuevos desarrollos promedió 518 mil barriles diarios, ligeramente por debajo de los 521 mil barriles del periodo anterior. Para alcanzar el objetivo de 1.762 millones de barriles diarios, es necesario detener el declive de campos maduros y aumentar la producción de nuevos proyectos petroleros.
Según un análisis de BBVA Research firmado por Arnulfo Rodríguez, la caída intertrimestral de 55.1 mil barriles diarios se explica por una disminución de 63.8 mil barriles en petróleo crudo pesado y ligero, una ligera alza de 1.3 mil barriles de los socios de Pemex, y una baja de 7.3 mil barriles en petróleo superligero y condensados.
Las ventas al extranjero en pesos retrocedieron 7.6% a tasa anual en el primer trimestre de 2025, debido a una menor cantidad de crudo exportado. En contraste, las ventas en el mercado nacional crecieron 1.2% por el aumento en los precios de los combustibles.
Pemex reportó una pérdida neta de 43.3 mil millones de pesos, en comparación con una utilidad de 4.7 mil millones en el mismo periodo de 2024. Este resultado negativo se debió a una pérdida cambiaria de 15 mil millones de pesos, menores ventas y un incremento en impuestos.
En términos anuales, la producción de hidrocarburos líquidos disminuyó en 205 mil barriles diarios, equivalente a una contracción del 11.3%. Este retroceso se atribuye a una caída de 9.1 puntos porcentuales en petróleo pesado y ligero —que representan el 74% del total producido— y una baja de 2.1 puntos en el petróleo superligero y condensados, que aportan el 25%.
Frente al panorama actual, expertos coinciden en que “se requerirá de una mucho mayor aportación de los nuevos campos ya que el declive natural de los campos maduros continuará”, por lo que Pemex enfrenta un reto estratégico en el corto y mediano plazo para revertir la tendencia negativa en su producción.
Imagen: Especial