El papa Francisco pidió a las empresas y gobernantes “un salario universal, para que cada persona pueda acceder a los bienes más elementales de la vida”. También, pidió “la reducción de la jornada laboral”, a fin de crear más oportunidades de trabajo.
“Este sistema, con su lógica implacable de la ganancia, está escapando a todo dominio humano. Es hora de frenar la locomotora, una locomotora descontrolada que nos está llevando al abismo. Todavía estamos a tiempo”, señaló el papa.
El santo pontífice resaltó la necesidad de “un ingreso básico (el IBU) o salario universal, para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida”, y la reducción de la jornada laboral, para distribuir la carga de trabajo entre la población.
Expresó que es buen momento para modificar el esquema socio-económico, misión a la que los gobiernos, políticos, empresas y líderes religiosos pueden sumarse.
En ese sentido, pidió “la liberación de las patentes” de las vacunas, la condonación de la deuda de los países pobres.
Así como frenar la destrucción de “bosques, humedales y montañas”, contaminación de ríos y mares, y la intoxicación “de pueblos y alimentos”.
Por último, dijo “no al neocolonialismo”: la ONU debe resolver los conflictos porque “ya hemos visto cómo terminan las intervenciones, invasiones y ocupaciones unilaterales, aunque se hagan bajo los más nobles motivos o ropajes”, señaló.
Imagen: AFP