Uno de los aspectos más interesantes del documento que circuló recientemente conteniendo lo que parece ser un proyecto de iniciativa de reforma constitucional electoral, presuntamente de la autoría del Senador Monreal, es el relativo al voto electrónico.
Monreal afirma que actualmente, en los procesos comiciales no existe un mecanismo para ejercer el voto de manera electrónica pero dicha modalidad debe implementarse, pues conlleva beneficios prácticos y económicos a mediano y largo plazo. Tiene razón.
Señala que, en la praxis electoral, la tecnología adecuadamente implementada genera un sistema electoral que funciona con más velocidad y seguridad. En lo económico, afirma, el gasto inicial queda sobrepasado por el ahorro que un sistema así puede generar a mediano plazo, sin mencionar que la reducción en el uso de materiales físicos es benéfica para el medio ambiente.
Como es sabido por autoridades, proveedores, usuarios y académicos especializados, la modalidad de voto se puede ejercer a través de aparatos o máquinas (hardware) adaptadas o creadas como urna electrónica para que la persona electoral sufrague presencialmente. Por otro lado, se puede hacer desde una aplicación o en una página de internet (software), desde donde se encuentre, sin necesidad de acudir a la ubicación de la casilla o mesa receptora; es decir, de manera remota.
Acierta el Senador cuando en su exposición de motivos reconoce que estos temas corresponderían al desarrollo de la legislación secundaria, y que es oportuno mencionarlos para subrayar la pluralidad de opciones de las que eventualmente dispondrá el órgano legislativo. Considero que este tema estar en la constitución, pues le daría certeza suprema y alto nivel normativo a una forma de votar que avanza por todo el mundo y el país. Se trata de una expresión meridiana de que el expediente tradicional de votar en persona y en papel no tiene porque ser la única manera de participar en todo tipo de ejercicios democrático-electorales.
Que un político de la trayectoria y experiencia de Monreal esté proponiendo pública y formalmente la adopción de estas medidas para ampliar las opciones del voto, refleja que la materia está, por fin, en su punto, y que mal haríamos en ignorar la propuesta o abstenernos de participar desde nuestra trinchera en traer a nuestro sistema electoral al Siglo XXI.
En esta reflexión reformista, Monreal bien haría en asomarse a las propuestas, fundadas y motivadas, que en este tema ha presentado consistentemente la Consejera del INE, Carla Humphrey. Ella ha dado y perdido, honrosamente, muchas batallas al interior del colegiado para darle viabilidad operativa y procedimental y densidad normativa al voto electrónico en territorio nacional y no solo para las y los mexicanos en el exterior. Por su parte, el Magistrado Felipe Fuentes, hoy Presidente del Tribunal Electoral, ha sido ponente, desde hace años, de proyectos de sentencia que abrazan el voto electrónico expresamente.
@ElConsultor2
gsergioj@gmail.com