El Palacio de Bellas Artes fue el escenario en el cual se realizó el homenaje póstumo al actor Héctor Bonilla, quien falleciera el pasado viernes. El evento se produjo gracias a la colaboración entre la secretaria de cultura Alejandra Frausto y la directora del INBAL, Lucina Jiménez.
En el vestíbulo del histórico recinto, acudieron la esposa del finado histrión, Sofía Álvarez, y sus hijos, Sergio y Fernando; también se dieron cita amigos y personalidades del cine mexicano como Demián Bichir, Leticia Huijara y Damián Alcázar.
De igual manera, el homenaje sirvió para destacar el legado que Héctor Bonilla dejó en la industria del entretenimiento nacional con su aparición en películas, obras de teatro y en televisión.
“Durante cuatro años y cuatro días pensaba con terror en que este día llegaría irremediablemente. Hoy estoy aquí, arropada por amigos entrañables, nuestros hijos, nuestros nietos. Gracias, Héctor, por tu buen humor, tu enorme esfuerzo y disciplina de todos los días, por tu inmenso amor a tus amigos, a tu profesión, a tu país, a tus hijos, a tus nietos y a mí”, dijo Sofía Álvarez.
Mientras que sus hijos leyeron un texto en el contaron la historia del esposo y padre, facetas en las que Héctor Bonilla fue recordado de forma extraordinaria.
“Los colores azul y oro lo acompañaron hasta la muerte; lo cremamos con sus pants de los Pumas… y sin maquillaje. El deporte fue muy importante para él. fue un aficionado muy, muy, muy ferviente, la derrota de alguno de sus equipos le podía arruinar, y alguna victoria importante era la excusa para convocarnos a agarrar la peda. Durante toda su trayectoria, se pasó las etiquetas por los huevos, y así trabajó con el mismo en una telenovela o en una película independiente”.
“Siempre fue muy activo políticamente, luchó por la equidad social y laboral dentro y fuera de su gremio. Participó en tantos mítines, marchas, asambleas y plantones, que deberían haberle develado una placa”, expresó su hijo Sergio Bonilla.
Por su parte, la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, calificó a Bonilla como un “líder natural” y un “ciudadano ejemplar”.
Héctor, nuestro querido Héctor, cuántas veces no nos hiciste romper en llanto por tomar conciencia profunda de la existencia y sus dolores, porque conociste como pocos la vida, la historia y los personajes que encarnaste. Héctor Bonilla, fue mucho más: un líder natural, profesional, intachable, que pasaba de la teoría a la acción sin dudarlo; amigo solidario, generoso, preocupado siempre por el prójimo, fue un histrión inmenso y un ciudadano ejemplar… un hombre con un gran sentido del humor que nos regaló hasta en el epitafio que escribió: ‘Se acabó la función, no estén chingando. El que me vio, me vio. No queda nada’”.
“Merece el homenaje que le rendimos aquí en el principal recinto de las artes de México, porque su legado no acaba con su partida”, agregó la funcionaria.
El homenaje finalizó con el paso de las personas que acudieron a despedirse del actor y con el video de la canción Testamento, carta dedicada a Sofía Álvarez y sus hijos.
Imagen: Cuartoscuro