Columnas
La libertad de prensa recibió un duro golpe el viernes pasado de parte del presidente Donald Trump, al firmar una orden ejecutiva mediante la cual retira el financiamiento a la cadena noticiosa la Voice of America (VOA), a pesar de sus 80 años de existencia, al considerarla “anti-Trump”-
Dentro de este paquete de cancelación de recursos está también, La Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM), una entidad independiente del gobierno que supervisa la transmisión de noticias e información en cerca de cincuenta idiomas en beneficio de mas de 360 millones de audiencia semanal.
La instrucción gubernamental también alcanzó a Radio Free Europe, Radio Liberty, Radio Free Asia y Radio Martí.
Trump dijo desde su campaña que estaría atento a “medios contrarios” a su ideología y bueno, ya como mandatario paso a los hechos y ordenó su asfixia económica. O están conmigo o en mi contra, se acabaron los dobles discurso, claro desde su óptica.
Dentro de este golpe mediático, vale resaltar el trabajo realizado por “La Voz de América” que se ha destacado por ser servicio radial en español desde la época de la Segunda Guerra Mundial, para equilibrar la propaganda nazi.
Mike Abramowitz que está al frente de este medio noticioso fue rápido y directo en su respuesta…”Trump deja a la cadena incapacitada para realizar su misión vital, informar”.
Desde la Oficina Oval parecen no visualizar el equilibrio informativo que estos medios generan en la audiencia, sobre todo con las posiciones crítica de paises contrarios como Irán, China y Rusia, que transitan además por la ruta de la generación de las noticias tendenciosas o falsas, según palabras del mismo presidente.
El Club Nacional de Prensa incluso manifestó su desaprobación por esta decision de sometimiento de Trump…”con esta decisión se socava el compromiso estadounidense de una prensa libre e independiente”.
Esta orden ejecutiva de silencias a algunos medios prendió las alarmas en los directivos de televisoras, periódicos, radiodifusoras principalmente, ya que no solo han visto disminuida su cantidad de anunciantes, sino que incluso de simpatizantes.
Trabajadores de la tradicional cadena de noticias por televisión CBS dijeron que fueron notificados de la acción presidencial y que ya no podrían contar con los servicios de estas empresas de comunicación que apoyaban en su diaria tarea de informar.
En su segundo periodo presidencial Trump parece está dispuesto a “asumir” cualquier crítica en su contra, sea está verdadera o no. Su rumbo no varía, a pesar de las tempestades que está enfrentando.
El papel de los medios de comunicación es y debe ser crítico y analítico, no más, pero tampoco menos.
Quedan casi 4 años de esta administración, veremos hasta donde se atreven, pero sobre todo a que costo social, político e incluso económico.
@ncar7