La tercera noche de la Convención Nacional Demócrata fue marcada por la destacada participación del gobernador Tim Walz, quien fue recientemente nominado como candidato a la vicepresidencia. El evento osciló entre la nostalgia del expresidente Bill Clinton y una visión futurista de una sociedad multicultural, enarbolada por la candidata presidencial Kamala Harris.
Durante la noche, se abordaron temas clave como los derechos de la comunidad LGBTQ+, los derechos de las mujeres y otras libertades civiles. La campaña de Harris reiteró su compromiso con el lema "no retrocederemos", subrayando la amenaza que representa Donald Trump para las libertades civiles y la urgencia de frenar su agenda ultraderechista.
Las convenciones suelen enfocarse en contar las historias personales de los candidatos, y esta noche no fue la excepción. Walz relató su trayectoria, desde su infancia en un pueblo rural hasta su servicio en las fuerzas armadas, su carrera como maestro y entrenador de fútbol americano, y finalmente, su ascenso a gobernador de Minnesota. En su discurso, Walz destacó su amor por la enseñanza y su inesperada pero exitosa incursión en la política, enfatizando la importancia de proteger a los sindicatos, garantizar el acceso a la salud, defender el derecho al aborto e implementar controles sobre las armas de asalto.
El discurso de Walz resonó fuertemente entre los asistentes, quienes respondieron con entusiasmo a su mensaje de "decencia" y compromiso con la construcción de un país donde los trabajadores sean la prioridad, la salud y la vivienda sean derechos humanos, y el gobierno respete la vida privada de los ciudadanos.
Previo a la intervención de Walz, el expresidente Clinton instó a los votantes a apoyar la fórmula Harris-Walz, asegurando que con su elección, "un aire fresco" entrará en el país, y los ciudadanos se sentirán orgullosos de su decisión por generaciones. Clinton recordó su propio apodo, "el hombre de Hope", para enfatizar la necesidad de que Kamala Harris lidere el país con alegría.
El evento también incluyó una sección sobre migración, donde la diputada Veronica Escobar de El Paso criticó la falta de comprensión de Trump sobre la vida en la frontera. Harris, por su parte, reiteró su experiencia en la persecución de narcotraficantes y el cierre de túneles en la frontera, destacando su trabajo bipartidista en este ámbito, a pesar de las órdenes de Trump de bloquear sus esfuerzos.
Entre los oradores de la noche también figuraron gobernadores de estados clave como Michigan y Pensilvania, junto con disidentes republicanos como la exvocera de Trump, Stephanie Grisham, quienes ahora apoyan a Harris, desencantados con las políticas del expresidente.
Una de las sorpresas de la noche fue la aparición de Oprah Winfrey, quien instó a los votantes a optar por el "sentido común sobre el sinsentido", en referencia a la elección entre Harris y Trump.
Sin embargo, no todos los asistentes compartían la alegría del evento. Algunos delegados expresaron su descontento con la postura de Harris sobre el conflicto en Gaza, exigiendo un cese inmediato al fuego y la suspensión del envío de armas a Israel. Estos delegados realizaron protestas simbólicas al no otorgar sus votos a favor de la nominación de Harris, y pequeños grupos de activistas lograron interrumpir brevemente el programa con consignas y mantas que criticaban la política exterior de Estados Unidos en el conflicto.
La oposición dentro y fuera del partido ha forzado a los organizadores de la convención a abordar el tema de Palestina, aunque no siempre en los momentos más destacados del evento. Este miércoles, el procurador general de Minnesota, Keith Ellison, aseguró que Harris y Walz "están escuchando" y reconocen la urgencia de un cese al fuego.
La noche concluyó con los padres de un ciudadano estadounidense retenido en Gaza, quienes compartieron su dolor, en un llamado para que su hijo sea liberado. Sin embargo, no se mencionó el sufrimiento de los padres de los miles de niños que han muerto a causa de las bombas estadounidenses en Gaza.