Trump invoca ley de antirracista para sacar Ejército a las calles;

martha.cotoret@contraréplica.mx

En 1807, el entonces presidente de Estados Unidos y principal enemigo del comercio de esclavos, Thomas Jefferson, promulgó el “Acta de Insurrección” para el despliegue de milicias tras la violación de la Ley de Embargo que buscaba poner por encima el derecho de los nativos americanos y acabar con el bloqueo británico impuesto a las costas estadounidenses.

Jefferson nunca imaginó que su ley iba a ser usada posteriormente y en reiteradas ocasiones en contra de las causas antisegregacionistas. De las 17 ocasiones que se ha invocado el “Acta de Insurrección”, 11 han sido para aplacar disturbios derivados de protestas contra la injusticia racial.

Ahora, Donald Trump intenta usar esta ley para sacar el Ejército a las calles y detener las masivas protestas que desató en todo el país el asesinato de George Floyd, un afroestadounidense que intentó comprar cigarros con un billete falso, a manos de un policía blanco el pasado 25 de mayo en Minnesota.

Sin embargo, el presidente de EU ha encontrado rechazo a su propuesta. Ayer, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, aseguró que “la Guardia Nacional es más adecuada para prestar apoyo a las fuerzas locales. La opción para usar militares activos solo debe ser un último recurso. No apoyo invocar el Acta de Insurrección”, una postura que podría enfrentarlo con el mandatario.

La postura de Esper coincide con la de su antecesor, Jim Matis, quien ayer acusó al presidente estadounidense de tratar de "dividir" al país. "A lo largo de mi vida, Donald Trump ha sido el primer presidente que no trata de unir a los estadounidenses, que ni siquiera pretende intentarlo", expresó en un comunicado publicado por la revista The Atlantic.

Por su parte, el expresidente de EU Barack Obama ayer hizo un llamado directo a los alcaldes y autoridades locales a revisar las políticas relacionadas con el uso de la fuerza policial, al tiempo que envió un mensaje a la comunidad afroestadounidense: “No están solos. Sus vidas importan. Sus sueños importan”.

El pasado 1 de junio Trump exigió a los gobernadores que retomen el control de las calles e instó a arrestar hasta por 10 años a los manifestantes. Sin embargo, algunos mandatarios estatales se opusieron, como J.B. Pritzker (Illinois) y Janet Mills (Maine).

Pritzker manifestó que es necesario “abogar por la calma”, y criticó directamente al Presidente al decir que “la retórica que sale de la Casa Blanca está empeorando la situación”. Mills, por su parte, indicó que en su opinión el viaje que el Presidente tenía planeado a su estado esta semana podría provocar nuevos incidentes.