Columnas
Reconocer que la vida es frágil e impredecible nos permite situarnos en un nivel de conciencia vulnerable y eso precisamente es lo que nos conecta a situarnos en la plena conciencia de disfrutar día con día, querido lector este es uno de los artículos que más me ha constado trabajo escribir, hay momentos en la vida en losque las palabras no fluyen, en los que los sentimientos no afloran y en los que solo nos queda detenernos y hacer una pausa, precisamente en ese momento me encuentro y debo reconocer que me costó trabajo darle dinámica a la pluma.
Se nos olvida que la vida es un instante, que las oportunidades se agotan, se nos olvida que la vida es tan breve, tan efímera y al mismo tiempo, por ende, se nos olvida que las personas a nuestro alrededor no son eternas pero la realidad actual es que damos por hecho tantas cosas inconscientemente y entre ellas que las personas nos duraran eternamente, la vida tan ajetreada que consumimos todos los días nos implica vivir aceleradamente y en una prisa constante por todo, hoy en día es tiempo lo que nos falta.
Según nosotros nos falta tiempo para convivir con nuestros seres queridos y le damos mayor importancia a una reunión, a un pendiente de trabajo y vamos dejando para el ultimo la convivencia familiar, pasar tiempo con el circulo social lo dejamos para última instancia porque atendemos primordialmente los pendientes, este hecho es el que posterga las cosas simples de la vida y de las cuales no hacemos caso por el ajetreo diario.
He buscado durante varios días una herramienta que permita salir a las personas que como yo se encuentran en un trance, hoy le puedo dar una herramienta que en verdad me ayudo a enfrentar la situación.
La música fue mi respuesta a esta dolencia del alma, hacer uso de la música como herramienta terapéutica permite que el cerebro libere dopamina “hormona de la felicidad” y esto a su vez nos desconecta del estado de animo que nos aqueja ya que el cerebro se conecta con una frecuencia de ondas theta. “Las ondas thetapermiten que el cerebro se desconecte del entorno inmediato y acceda a un estado de mayor introspección y creatividad”.
La música no solo es una fuente de entretenimiento, en tiempo presente se ha convertido en un complemento en la terapia, debido a que en la actualidad surge como una alternativa de bajo costo e inocua que puede mejorar la calidad de vida.
La música de su preferencia le va a ayudar como instrumento para inducir un cambio de humor en los momentos en los que nada nos sabe, en los que hacemos las cosas por inercia y en los que ni siquiera emerge la capacidad de pensar, es decir, nos encontramos en un estado de incompetencia ante la vida.
La recomendación comprobada por mi y que le extiendo eficazmente y con la cual logre conseguir el objetivo mencionado es la SONATA PARA DOS PIANOS K 448 DE WOLFGANG AMADEUS MOZART, le recomiendo escucharla y comprobar el aporte científico de la Neurociencia, gracias al Dr. Eduardo Calixto le puedo recomendar sin lugar a dudas que funciona.
Esta sonata también se ha usado en el estudio científico que experimenta la teoría del llamado Efecto Mozart. De acuerdo con la British Epilepsy Organization (Organización Británica de la Epilepsia), la música clásica, particularmente la de este compositor, incrementa la actividad cerebral del escucha más "positivamente" que otros tipos de música.
No cabe duda que es importante atravesar la puerta del dolor y permanecer ahí sobre todo en el entendido en que atrás de esta emoción hay enseñanza la cual se puede utilizar para ver la luz al final del túnel
Adriana Ferreiro Jiménez, Colaboradora de Integridad Ciudadana A.C. Licenciada en Psicología Social por la Universidad Autónoma Metropolitana con diplomados en Psicooncología y Terapia Cognitiva Conductual @Integridad_AC