Quizá a sus 43 años de edad, Wílmar Roldán recibe más elogios que críticas en una función en la que tener al resto de personas tranquilas y contentas resulta imposible.
El antioqueño, quien en la presente temporada ha juzgado partidos decisivos, entre ellos el de la final de la Copa Libertadores en el estadio Maracaná entre Boca Juniors y Fluminense, este último campeón, acaba de entrar a la lucha por un nuevo galardón.
Gracias al reconocimiento adquirido en el fútbol nacional e internacional, Roldán entró en la lista de nominados a los premios que la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) entrega cada año.
Mejor árbitro del mundo esa es la distinción por la que compite ahora el colegiado colombiano.
Por dicho reconocimiento aspiran también, entre otros referentes, el polaco Szymon Marciniak, el francés Clément Turpin y el italiano Daniele Orsato.
Además, por Suramérica están a la vez en la lista Wilton Sampaio (Brasil), Jesús Valenzuela (Venezuela), Esteban Ostojich (Uruguay), Andrés Matonte (Uruguay) y Darío Herrera (Argentina).
Ya se volvió costumbre ver a Roldán arbitrar en partidos de importancia. Elegido mejor árbitro de América en 2013, ya ha estado en dos Mundiales (Brasil-2014 y Rusia-2018) y también dirigió en cuatro finales de Libertadores.
Este año, en Libertadores, estuvo en 11 partidos, en Suramericana en cuatro, en la Liga Colombia, durante el apertura y clausura, en 29, así como en dos en Arabia Saudita, en ambos al equipo de Cristiano Ronaldo, el Al-Nassr F. C.
El mejor árbitro del mundo de 2023 se conocerá el próximo 1° de enero.