Corridos tumbados de Sinaloa para el mundo

Por @RenegadoRadio

En los últimos años los corridos tumbados han sacudido el panorama musical global. Lo que comenzó como una evolución de los tradicionales corridos mexicanos, arraigados en la cultura norteña, se ha transformado en un fenómeno que trasciende fronteras, conectando con millones de jóvenes en México, Estados Unidos, América Latina e incluso Europa. Artistas como Peso Pluma, Natanael Cano y Fuerza Regida han llevado este sonido fresco y rebelde a escenarios como Coachella y listas de reproducción globales en Spotify. Pero, ¿cómo pasó la música regional mexicana de las plazas de Sinaloa a dominar el mainstream?

Los corridos, esas narraciones cantadas que cuentan historias de héroes, amores y tragedias, son un pilar de la música mexicana desde hace más de un siglo. Sin embargo, los corridos tumbados han dado un giro radical al género. En la década de 2010, artistas como Natanael Cano comenzaron a experimentar, mezclando los acordes melancólicos de la guitarra y el requinto con ritmos de trap, hip-hop y reggaetón. Este híbrido, bautizado como corridos tumbados (un término que evoca tanto la tradición como la actitud relajada y callejera), resonó con una generación que buscaba algo auténtico pero moderno.

“Es como si tomáramos las historias de nuestros abuelos y las contáramos con el lenguaje de hoy”, dice un productor local de Culiacán, cuna de muchos de estos artistas. La influencia del trap, con sus bajos profundos y ritmos urbanos, permitió que los corridos se reinventaran, atrayendo a jóvenes de ambos lados de la frontera México-Estados Unidos. La diáspora mexicana en ciudades como Los Ángeles y Houston desempeñó un papel clave, creando un puente cultural que fusionó la experiencia migrante con la estética del hip-hop estadounidense.

De Sinaloa para el mundo

El ascenso de los corridos tumbados ha sido meteórico. Según datos de la industria, la música regional mexicana experimentó un crecimiento del 26% en ventas de entradas en España en 2023, un indicio de su alcance más allá de América. Plataformas como Spotify y YouTube han sido cruciales: Peso Pluma, por ejemplo, se convirtió en el artista mexicano más escuchado en Spotify a nivel global en 2023, con canciones como “Ella Baila Sola” acumulando miles de millones de reproducciones. Su presentación en Coachella 2023 marcó un hito, llevando el género a un escenario históricamente dominado por el pop y el rock anglo.

Colaboraciones con artistas internacionales han amplificado esta tendencia. Hace unos días circuló un video de Bad Bunny cantando “AMG” de Natanael Cano y Peso Pluma, una canción que fusiona reggaetón y corridos en una oda a la vida callejera. Este intercambio cultural en el que los artistas latinos están creando un diálogo global, donde los géneros se mezclan sin perder su esencia, ha hecho que Festivales en Europa, como el Primavera Sound, comiencen a incluir actos de música regional mexicana, algo impensable hace una década.

¿Glorificación o Expresión Cultural?

No todo ha sido celebración. Los corridos tumbados han enfrentado críticas por sus letras, que a menudo narran historias de violencia, narcotráfico y excesos. En México, varias ciudades han tomado medidas drásticas: en 2023, Chihuahua multó a Los Tucanes de Tijuana por interpretar narcocorridos en un concierto, argumentando que estas canciones “normalizan” el crimen. Tijuana y Cancún han implementado prohibiciones similares, generando un debate sobre la libertad de expresión.

“Es arte, es un reflejo de la realidad, no una apología”, defiende un fan en redes sociales. Otros, sin embargo, argumentan que las letras pueden influir negativamente en la juventud. Los propios artistas han respondido variando sus temáticas, con canciones que también abordan el amor, la fiesta y la superación personal. Peso Pluma, por ejemplo, ha enfatizado que su música busca contar historias auténticas, sin importar si son crudas o románticas.

Voces nuevas

El movimiento no se detiene. Nuevos talentos como Junior H, Eslabón Armado y artistas femeninas como Ivonne Galáz están diversificando los corridos tumbados, aportando perspectivas frescas y rompiendo con el dominio masculino del género. En las calles de Guadalajara y Los Ángeles, productores independientes trabajan en estudios improvisados, creando sonidos que podrían ser el próximo hit global.

Los corridos tumbados son más que un género musical; son un movimiento cultural que ha dado voz a una juventud orgullosa de sus raíces. Desde las calles de Sinaloa hasta los escenarios de Coachella, este sonido ha demostrado que la música mexicana no tiene límites. A medida que nuevos artistas emergen y las plataformas digitales amplifican su alcance, los corridos tumbados prometen seguirán desafiando convencionalismos.

Nadie sabe dónde parará esto.

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