La víspera de las elecciones del pasado 6 de junio, no dejó de llamar la atención que la diputada Cinthia López Castro, destapara al presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno, rumbo a la sucesión presidencial del 2024. Adelantar el momento no pareció ser lo más recomendable pero sí necesario porque el otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional no tenía mucha idea de los resultados que arrojarían dichos comicios.
La noche del domingo pasado, Moreno Cárdenas “echó las campanas al vuelo” prematuramente pues anunció, al igual que los dirigentes de institutos políticos como el PAN, de Marko Cortés y Mario Martín Delgado, de Morena, triunfos que al final no se concretaron, pero en el caso del Revolucionario Institucional esto fue más dramático ya que de las 8 gubernaturas que tenía, las perdió absolutamente todas, lo que merma aún más su poder para colocarse como un partido casi minoritario. Si algo dejó en claro estas elecciones, es que la primera fuerza es Morena y la segunda el PAN.
Después de los anuncios que hiciera el exgobernador de Campeche, varios de ellos ficticios, de inmediato empezaron a surgir las voces a lo interno del tricolor demandando la renuncia de Alejandro Moreno al CEN debido principalmente, a que no entregó buenos resultados, electoralmente hablando.
Hay que destacar que Alito, se jugó su futuro político con la sucesión en su estado, apoyando al abanderado tricolor, Christian Castro Bello, su sobrino, quien contendió frente a Layda Sansores.
Pese a las exigencias de lo que queda del priísmo para que Alejandro Moreno deje la presidencia del CEN de su partido, éste no está dispuesto a hacerlo. Si tiene aspiraciones para la carrera presidencial del 2024, le es indispensable contar con una estructura partidista para lograrlo, aunque la posibilidad de que llegara a convertirse en el candidato presidencial tricolor, ya no representa ninguna garantía como lo pudo haber sido en el pasado.
El político campechano ya le “dio vuelta a la hoja” y ahora busca estrategias para continuar al frente del partido. Por eso de inmediato entró en el flirteo con Morena y aceptó entablar un diálogo con el gobierno federal. Dijo sí a la invitación que le hicieran desde Palacio Nacional, ahora que se enteraron que Alito llegará a la Cámara de Diputados a ocupar una curul y que buscará la coordinación de la bancada del PRI en dicha instancia legislativa. Eso sí, Moreno Cárdenas se “amarró el dedo” a la voz de que "habrá diálogo público con todos, en lo oscuro con nadie".
Pero quizás no sea así, pues hay que recordar que en la presente Legislatura, la fracción del PRI fue la que más iniciativas votó junto con Morena, ¿por qué ahora tendría que ser distinto?
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