Columnas
En los últimos días se ha discutido mucho del “lamentable error” que tiene el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2025, que fue entregado por el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O en la Cámara de Diputados, y que proyecta para el próximo año una reducción en el presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional tendrán una reducción, y que rápidamente salieron a decir que ambas instituciones educativas tendrán un aumento de 3 5 por ciento, con respecto a este año.
Se habló rápidamente de estas dos instituciones por su importancia no solo en lo educativo, sino en la cuestión de su matrícula, se imaginan a los estudiantes dea ambas instituciones movilizándose por un recorte a su presupuesto?
Sin embargo, hubo otras instituciones que también sufrieron el mismo “lamentable error”, entre las que se encuentran la Universidad Autónoma Metropolitana, el Tecnológico Nacional de México, la Universidad Autónoma de Chapingo, el Colegio de potsgraduados, el Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero, la Universidad Pedagógica Nacional, el Colegio de Bachilleres…. y muchas más.
Entre esas muchas, se encuentra uno de los proyectos emblemáticos en educación superior del gobierno pasado, la Universidad de las Lenguas Indígenas de México (ULIM), la que sufrión un “lamentable error” más grave, porque ni siquiera aparece en el proyecto, y eel presupuesto que requiere es mucho mayor que las otras, porque esta ni siquiera tiene la infraestructura física para operar.
Este “error”, “omisión” o “premeditación” (si pensamos mal), hace mucho más complicado que lo dispuesto en el Artículo Tercero Constitucional se vuelva una realidad para las y los jóvenes mexicanos, ya que a pesar de que dispone que : “La obligatoriedad de la educación superior corresponde al Estado. Las autoridades federal y locales establecerán políticas para fomentar la inclusión, permanencia y continuidad, en términos que la ley señale…”., pareciera que la intención va en sentido contrario porque hay una gran apuesta presupuestal a los programas sociales que descobija a otros sectores.
Lo que queda demostrado en un documento realizado por la fracción de Morena en la Cámara de Senadores en la que realizan un comparativo del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 con el del 2024, el que, en el punto de Principales variaciones plantea que ·La estimación presupuestaria en el PPEF 2025 para el Ramo 11 Educación Pública es de 450 mil 887.9 millones de pesos, monto superior en 11 mil 869.9 millones de pesos, lo que representa una disminución en términos reales de 1.5%, en comparación con 2024”.
Aunque muchos al revisar este presupuesto dirán que a las Universidades Benito Juárez, impulsadas en el sexenio pasado tienen un aumento sustancial y con eso se está garantizando lo mandatado en el Tercero Constitucional, lo cierto es que la población atendida en estos centros educativos es mínima en comparación con las demás.
Y si le sumamos que estas mismas universidades han tenido observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), por ejemplo sobre la cuenta pública 2022, debe aclarar para conocer el destino de 66 millones 981 mil 578 pesos, pues el reporte de sus gastos no correspondía con la documentación revisada.
En este tema lo que nos consuela es que, como lo dice su nombre es un “proyecto” de presupuesto, y que se pueden corregir “los lamentables errores” cometidos, y que ojalá así sea, porque la Presidenta de México, sabe muy bien la importancia que tiene el apostarle e invertirle a la educación superior pública.
ROSALIA ZEFERINO SALGADO
Dra. En Educación y
Asesora en Comunicación Estratégica
e Imagen Pública