¿POR QUÉ NO FELICITAR A BIDEN?

La respuesta parecería lógica sino fuera por la gran cantidad de manifestaciones de condena contra aquellos que, un poco más mesurados, han decidido no dejarse llevar por la algarabía mediática y han mostrado más prudencia institucional.

¿Por qué no felicitar a Biden y subirse al tren anti-Trump si parece lo correcto? Bueno, porque el triunfo no deja de ser mediático. Hasta aquí la respuesta parece simple, la complejidad aparece cuando el cerco de los medios de comunicación en torno a la virtual derrota de Trump ha mostrado su lado más salvaje y peligroso.

Pocas horas después del cierre de casillas, la mayoría de los medios de comunicación en EU, latinos y anglosajones, declararon “oficialmente” el triunfo de Biden, incluso la Fox News, tradicionalmente republicana, se precipitó a dar por hecho la derrota de Trump y se sumó al bloqueó de coberturas en la Casa Blanca.

Esta cargada mediática lleva algunos mensajes implícitos de fondo, por un lado, que el sistema democrático estadounidense es simplemente una lucha de capital y, por el otro, la urgencia de la legitimación del triunfo para dificultar un posible revés en el Colegio Electoral.

Esta euforia por situarse en el lado de la corrección política y de no dejar pasar la oportunidad de colocar algún tuit pasional en las tendencias, empujó a varios políticos, líderes sociales, empresarios, intelectuales, periodistas y medios de comunicación mexicanos a precipitar sus celebraciones, esta lejanía de objetividad, profesionalismo, civismo y hasta sentido común, también los llevó a condenar duramente a quienes prefirieron no dejarse llevar por la intencionalidad mediática.

Varios medios de comunicación en México y en EU, no dudaron en manipular estos silencios para colocar su propia agenda política y golpear a los adversarios, pero nos guste o no, la portavoz de la Casa Blanca tiene razón, la elección aún no termina, no existe un fallo oficial por parte del Colegio Electoral, por lo tanto, el triunfo sigue siendo virtual y cualquier medio, con un mínimo de ética, así debe adjetivarlo.

El cerco mediático está presionando al Colegio Electoral para que no cambie la decisión de intención del voto, lo que sigue siendo una posibilidad, pero no hay que perder de vista que lo que parece una imposibilidad en los medios, en las calles de EU es una posibilidad real, la diferencia de votos es tan pequeña que cualquier triunfo puede fácilmente legitimarse.

Los medios de comunicación han mostrado su poder electoral y nosotros hemos sucumbido ante ellos, les hemos concedido razón sin el más mínimo cuestionamiento, nos hemos sumado a sus batallas creyendo que hacemos lo correcto. Sin embargo, lo correcto es ser objetivo, mostrar prudencia e institucionalidad hasta que se declare un ganador oficial, entonces, las felicitaciones podrán enviarse.