En la columna anterior, abordamos la pregunta: ¿Cuánto vive el Ser Humano? y cómo ha cambiado la esperanza de vida al nacer desde el siglo XX al XXI. Sin embargo, surge de inmediato la pregunta sobre si es mejor la vida o la calidad de vida desde el ámbito de la salud y el bienestar.
Aunque ambas son sin duda importantes, la calidad de vida juega un papel crucial en cómo experimentamos y disfrutamos nuestra existencia.
En principio, pareciera que no sirve de nada vivir más si nuestra calidad de vida es baja y estamos constantemente luchando contra enfermedades o sufrimiento. Pero la realidad sobrepasa cualquier contexto filosófico cuando realizamos una introspección personal y social, llegando al análisis de lo que he llamado personalmente "CUCHARADAS DE REALIDAD", y nos miramos al espejo de lo que somos y fuimos, y cómo lo construimos.
La calidad de vida incluye aspectos como la salud física y mental, las relaciones sociales, el bienestar emocional, la satisfacción personal y la realización de metas y aspiraciones.
En este sentido, la promoción de la salud y la prevención de enfermedades adquieren una relevancia aún mayor. Adoptar un enfoque de salutogénesis, que se centra en fortalecer los recursos de salud y promover estilos de vida saludables, es esencial para mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades. Esto implica hábitos como una alimentación balanceada, la práctica regular de ejercicio, la gestión del estrés, el mantenimiento de relaciones sociales satisfactorias y el acceso oportuno a la atención médica.
Es importante destacar que la calidad de vida no solo se ve afectada por factores individuales, sino también por factores sociales, económicos y ambientales. Por ende, es necesario abordar estos aspectos de manera integral para mejorar la calidad de vida de las personas y las comunidades en conjunto.
En este sentido, las políticas de Salud de los Gobiernos en el mundo, el presupuesto e importancia destinados a la Salud, la valoración de los determinantes sociales juegan un papel importante. Sin embargo, la pregunta es ¿qué estás haciendo tú y tu país para lograr esas metas? La corresponsabilidad y el entendimiento de los procesos de salud son fundamentales, y sobre todo basarlos en evidencia científica.
En resumen, si bien vivir más años es deseable, lo realmente valioso es vivir esos años con salud, bienestar y plenitud. Priorizar la calidad de vida a través de la promoción de la salud y la prevención de enfermedades es clave para alcanzar este objetivo.
Por lo anterior, el vivir más, el tener calidad de vida, depende en gran parte de qué hacemos y de qué no hacemos como Gobiernos y ciudadanos, y de cómo enfrentamos todas las condiciones de vida. Sin embargo, en la salud y en la enfermedad, como en todo, como bien dijo Ramón de Campoamor, "Nada es verdad, nada es mentira, todo es de acuerdo al cristal con que se mira".