Columnas
Apenas ayer, en medio de celebraciones y buenos deseos, comenzó un año 2025; es decir, vamos arrancando nuevas metas y proyectos que hemos de ir afrontando con el paso de los meses. Lo mismo sucede en la clase política que, en sí, es lo que a muchos nos apasiona a través de un proceso de transformación como el que estamos viviendo. Hace unos días, de hecho, puntualizamos algunos aspectos fundamentales que acontecieron a partir del 2018, que a nuestro juicio y el de millones de mexicanos, significó el hito de un gobierno humanista, plural y democrático. El propio López Obrador, durante su gestión, marcó un precedente importante que, como tal, quedará grabado para la posteridad.
Con una decisión similar, pero más abultada en votación y participación, fuimos testigos del triunfo arrollador de Claudia Sheinbaum hace unos meses. Dadas esas condiciones, podemos hablar, desde esa perspectiva, que la construcción del segundo piso de la 4T ha comenzado a dar sus primeros pasos. A nivel estatal, por ejemplo, anunció varios proyectos que, a la postre, se concretarán este mismo año. De hecho, quien reúne algunas características similares a la abrumadora victoria, es el ahora gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez. Él, recordemos, impuso un récord de votación, pues la ciudadanía, en su inmensa mayoría, inclinó la balanza por el Jaguar Negro. Estamos hablando, en términos de proporción, de casi el 80% de los sufragios a su favor. Es sencillo entender un clima de esa naturaleza, en especial, cuando el trabajo que realizas implica entrega y sacrificio, como el de Ramírez Aguilar.
Desde luego, Chiapas, así lo ha ido anunciando la presidenta, será partícipe de este proyecto de nación que, en sí, es la continuidad de las políticas públicas que inició López Obrador. Esto significa o, mejor dicho, equivale a más oportunidades de desarrollo y crecimiento en el sur del país. El tren Maya solo fue el ejemplo, como ya se ha mencionado, de la voluntad de los gobiernos progresistas, como el de la 4T. Dada esa responsabilidad, Eduardo Ramírez, en más de tres semanas de trabajo al frente de la administración, ha dejado claro que, a partir del comienzo de la nueva ERA, las prioridades son muy claras. Me refiero a la pacificación, la inversión, la salud y la educación, entre muchos rubros de relevancia.
La seguridad, como tal, se nota que es una de las prioridades de la ciudadanía. Tan es así que, en lo que va de su gestión, hemos atestiguado avances sustanciales en esa materia. Eso, queda claro, viene inherente en los cambios que se han concretado en los primeros días de trabajo. Siendo así, el 2025 luce inmejorable, sobre todo para aterrizar un plan de trabajo que, tiempo atrás, trabajó el ahora gobernador. Eso, gracias a la enorme legitimidad, permite visibilizar lo que vendrá en puerta. De hecho, habrá demasiadas oportunidades para los ambientes de enseñanza y aprendizaje a través del enriquecimiento de modelos educativos; es decir, no existirán limitaciones ni mucho menos brechas. En Chiapas, por ejemplo, se pondrá en marcha la primera Universidad Rosario Castellanos en el año 2025. Para tal efecto, se elevará, además de la calidad en ese rubro, el nivel y aprovechamiento por el abanico extenso de carreras que, por la profundidad y el impacto, será una llave de acceso al mundo de las oportunidades.
Desde que fue nombrado Roger Mandujano, como titular de la Secretaría de Educación, el panorama luce positivo. Él, además de ser un hombre de todas las confianzas del gobernador, es un académico que, desde ya, está haciendo las cosas muy bien conforme avanzan los días. Eso nos hace suponer, con esa lógica, que los procesos de enseñanza y aprendizaje darán un giro preponderante y, con ello, serán una opción para la reconstrucción del tejido social. De hecho, Eduardo Ramírez anunció una serie de programas para ese rubro, en especial para que todas las escuelas, sin excepción alguna, cuenten con las condiciones propicias, máxime cuando se trata de un tema tan medular como el que estamos abordando.
Lo más importante de todo es que el gobernador, en sí, se está enfocando en las prioridades. Se nota, a primera vista, que existe voluntad y responsabilidad, pues Ramírez, desde que fue legislador, cumplió al pie de la letra los compromisos pactados. Por su prioridad, uno de ellos es, quizá, el tema de la pacificación, sin dejar de lado el desarrollo social que, todo indica que sea así, será de gran impacto por el papel crucial que juega Chiapas como frontera y corredor turístico. Teniendo en cuenta todo ello, visualizamos un 2025, que acaba de comenzar, con grandes expectativas que se irán concretando en una ERA, en la que el Jaguar está escribiendo su propia historia.