“El beisbol es analogía de la vida misma”. Trabajar fuerte hoy, es clave para tener ventaja en standing y un soporte, ahorro, para sortear malas rachas futuras. Los números de este día se reflejarán en tu vida, tarde o temprano.
Corriendo a primera base. 1955, mitad de sexenio de Adolfo Ruíz Cortines, el 2º gobierno civil en nuestro país e inicio del “Milagro Mexicano” o “Desarrollo Estabilizador” (54-70). Tiempos distintos y el beis no era ajeno, LMB vio partir antes de cambio sexenal de 52 a su mecenas, Jorge Pasquel, el Parque Delta sufrió derrumbe, fin de época “romántica” del circuito, que muchos llaman “de oro”; pero el show debe continuar y en 55 vino el moderno Parque del Seguro Social, entrada de la Liga al Béisbol Organizado, en contraparte a lo ocurrido en los 40s, así como un nuevo equipo capitalino en lugar del México Azul.
Robando segunda. El 10 de abril de 1955 nacen los Tigres de México, novena patrocinada por Alejo Peralta, que como todo equipo benjamín tuvo complicado inicio. Pese a trabajar con Piratas de Pittsburgh, los dirigidos por “Chuck” Genovese no recibieron el mejor talento y la primera parte de la campaña cargaron farol rojo. Vino luego inyección de peloteros como Fred Waters (triple corona de pitcheo) Paul Pettit y Leo Rodríguez que dieron vuelta de tuerca y del noviciado pasaron a rugir como monarcas, al derrotar con dos zarpazos a Nuevo Laredo en la final.
Camino a la antesala. El resto de la década no fue sencillo, tanto que, ya con Adolfo López Mateos en Presidencia, llegó 1959 y récord que nadie quiere: 104 derrotas en un año, un rejón para los Tigres que no sólo fortalecieron su roster, sino crearon escuela de desarrollo de talento, base de magníficos resultados en los 60. Esa academia forjó peloteros estelares, varios con pasaje a Grandes Ligas como Vicente Romo, José Peña o Celerino Sánchez.
Barridos en home. En 60 fueron campeones con dirección de Memo Garibay, peloteros como “Pasitos” Echeverría, con récord de impulsadas para un mexicano (131) vigente hasta 87, Beto Ávila en año del adiós, con Cadillac incluido, dando clases de zapateado a corredores que se barrían en segunda o el cátcher Dick Czekaj de aquel estacazo que salió del PSS para caer en el Panteón Francés (si en verdad ya cayó la pelota) además un staff que incluía al joven cubano Luis Tiant (de ahí a MLB, caballero) Arturo Cacheaux, Mauro Ruíz y Memo Luna; maquinita de jugar béisbol que sacó siete juegos al segundo lugar y dejó grato sabor de boca en las tribunas, donde iban ganando cada vez más adeptos.
Jugada en Revisión. Resumir 65 años de Tigres requiere más de una entrega, por eso en el siguiente #TurnoAlBat seguiremos platicando sobre esta historia, mientras tanto ¿nos comparten su pelotero felino favorito? Seguro habrá uno, independientemente de a quién le vayan.