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Han pasado 25 años de la muerte de Federico Fellini e Italia no olvida a uno de los directores más influyentes en la historia, que con su visión “sacerdotal” del cine y su interés por lo onírico, regaló al mundo un sinfín de historias memorables.
Fue en 1993 cuando, Fellini perdió la vida, después de permanecer varias semanas hospitalizado por un ictus.
Solo siete meses antes había recogido en manos de Sophia Loren y Marcello Mastroianni el Óscar honorífico por su trayectoria, la quinta estatuilla con la que coronó una carrera en la que se alzó como uno de los directores más apreciados de la historia del cine.
Entre sus obras más reconocidas se encuentra, Lo sceicco bianco (1952), La strada (1954), Otto e mezzo (1963), Amarcord (1973), Le notti di Cabiria (1957) o Dolce vita (1960).
Asimismo, destacan colaboradores con su director de arte, Piero Gherardi, que obutvo el premio Oscar por “La dolce vita” y “Fellini 8 1/2”, y el músico y compositor Nino Rota, que hasta su muerte (1979) fue su sostén principal y a quien se debe parte de la genialidad de sus películas.
En su ciudad natal, Rimini (norte), ha propuesto un nutrido programa de conferencias y proyecciones con motivo del cuarto de siglo de la muerte de su vecino más ilustre, pero también de cara al centenario de su nacimiento, en 2020.
Con información de agencias
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