Aún no sabemos cuán profundos serán los cambios que viviremos como sociedad después de la pandemia Covid-19, la única certeza es que nada será igual. La semana pasada una de las tiendas departamentales icónicas de los Estados Unidos, J.C. Penney anunció estar en quiebra y que evalúa cerrar de manera definitiva varias de sus tiendas.
Jill Soltau, director general de la compañía dijo mediante un comunicado… "como resultado de la crisis de salud y económica, el sector minorista de Estados Unidos experimenta una nueva realidad profundamente distinta que obliga a J.C. Penney a tomar difíciles decisiones en la gestión de nuestro negocio, a fin de proteger a nuestros socios, clientes y el futuro de nuestra compañía; es tan profunda la afectación que evaluamos seriamente vender la totalidad de las tiendas”.
En la actualidad existen mil 67 tiendas de este consorcio que nació en una pequeña población de Wyoming en 1902, fundada por James Cash Penney, sus tiendas llegaron hasta: México, Chile y Puerto Rico; hoy sin embargo, su futuro está envuelto en la incertidumbre en el mejor de los casos o hasta en desaparición.
La cadena estadunidense basó su crecimiento en la venta de ropa, joyería, muebles y aparatos eléctricos principalmente, informó que llegó a un acuerdo con diversos bancos para obtener un préstamo total por 950 millones de dólares. Este dinero le permitiría a la empresa mantener las operaciones mientras atraviesa los procedimientos de bancarrota en un tribunal federal en la ciudad de Corpus Christi, Texas.
JC Penney da empleo a 85 mil personas, pero a partir de este lunes comenzarán los despidos al igual que las pláticas con sus acreedores después de que la semana pasada incumplió un pago por 17 millones. Ha trascendido que la empresa busca un acuerdo extrajudicial con sus acreedores para salir de la difícil situación financiera que enfrente.
Indagando sobre las posibilidades, algunos analistas con los que comenté al respecto me señalaron que la empresa puede salir de la bancarrota como dos empresas separadas, una propietaria de los inmuebles y otra encargada de la venta a minoristas (retail).
El capital en efectivo con el que cuenta JC Penney le permitirá sobrevivir unos meses; sin embargo, para junio próximo enfrenta el pago de 105 millones y 300 millones más por el pago anual de intereses y se sabe que para 2023, aplazó un pago de un adeudo por 2 mil millones dólares. En resumidas cuentas, un panorama muy complicado.
Además de este cierre, hay empresas como: Neiman Marcus y J. Crew, que están agobiadas por cargas de deuda aplastante, también en riesgo por la disminución de la cuota de mercado, demasiadas tiendas y una deficiente estrategia en e-commerce. Veremos.