A propósito del día internacional del acceso universal a la información

Para los que nos dedicamos a este tema, pero también para los que no, el día de hoy es muy importante pues celebramos el acceso universal a la información, y se dirá fácil pero detrás del derecho de acceso a la información hay mucha historia, y gracias a ésta hoy podemos reconocerlo como un derecho humano fundamental y un medio esencial para la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.

En 2015, la Conferencia General de la UNESCO, a través de la Resolución 38 C/57 declaraba este día de cada año como el Día Internacional del Acceso Universal a la Información (IDUAI).

Y a partir del 2019, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 28 de septiembre como el Día Internacional del Acceso Universal a la Información.

Este año la Conferencia Mundial sobre el acceso universal a la información, que se llevará a cabo el día de hoy y mañana en Uzbekistán abordará las siguientes temáticas: la inteligencia artificial, la gobernanza electrónica y el acceso a la información.

¿Para qué nos sirve reflexionar sobre estos temas?

Quizás porque la tecnología es el medio más común por el cual podemos acceder a la información y también la herramienta por la cual tanto entes públicos como particulares acceden a nuestros datos personales.

El uso de internet, las tecnologías de la información y comunicaciones (TICS), y las redes sociales cumplen una función cada vez más destacada en nuestras vidas. El uso cada vez mayor por parte de los gobiernos de estas herramientas para realizar sus funciones, exigen que nosotros como ciudadanos nos involucremos para poder mejorar el acceso a la información en el mundo digital en el que vivimos, así como monitorear el uso correcto de nuestros datos.

Por tanto, se vuelve necesario aumentar los niveles de participación de todos nosotros en la adopción de decisiones y en el proceso de aplicación de la gobernanza electrónica ya que con ello se puede lograr el objetivo de contar con una sociedad de la información realmente inclusiva.

Sin embargo, esta tarea no es fácil pues no debemos perder de vista la brecha digital que existe y que, por tanto, se vuelve un reto para el ejercicio del derecho de acceso a la información, pues ello implica que quienes no cuentan con las herramientas tecnológicas necesarias no puedan ejercerlo o se torna más complicado hacerlo. Por tanto, la brecha digital tiene un efecto negativo para el ejercicio de éste.

El concepto de brecha digital ha evolucionado en los últimos años y se refiere a una cuestión social vinculada con la diferente cantidad de información de las personas según tengan o no acceso a la sociedad de la información y a las TICS, incluyendo los desequilibrios en materia de infraestructura de Internet, información y conocimientos, e igualdad de oportunidades en dependencia del ingreso, la raza, la etnia, el género, etc.

En nuestro país, la reciente encuesta nacional sobre disponibilidad y uso de tecnologías de la información en los hogares (ENDUTIH) 2021 señaló que en 2021 había 88.6 millones de personas usuarias de internet, lo que representó el 75.6 % de la población de seis años o más. Sin embargo, también arrojó datos sobre la brecha que existe en el uso de internet entre los distintos grupos de edad, género y ámbito urbano vs rural.

Un dato importante de la ENDUTIH es que el 89.9% de los usuarios de internet utilizan esta herramienta para buscar información, y el 42.3% para interactuar con el gobierno. Esta última cifra aumentó respecto de la última registrada un 14% respecto de 2017.

En ese sentido, uno de los principales retos para los gobiernos es, además de garantizar el acceso a los servicios de telecomunicaciones, potenciar que la población utilice las TICS y las use para mejorar su calidad de vida.

Los gobiernos deberían de posibilitar la creación y el despliegue de servicios electrónicos accesibles y de contenidos de las TICS comprensibles. Además, deberían facilitar la creación de un entorno adecuado y no discriminatorio para el gobierno electrónico mediante marcos de reglamentación, direcciones estratégicas y garantías gubernamentales.

Acceder a la información pública debería de ser un proceso fácil y sencillo que contara con un enfoque integrado y orientado a los ciudadanos para así poder contribuir a que los gobiernos aumenten la igualdad de oportunidades en la utilización de las TICS.

La puesta en práctica de estrategias de gobierno electrónico que promuevan la transparencia en la administración pública y los procesos democráticos constituyen una parte importante de la visión común y los principios rectores de la gobernanza electrónica para disminuir la brecha digital y dar a los ciudadanos acceso a información de manera fácil y garantizar servicios públicos más eficaces.

Los ciudadanos deberían poder acceder a la información y los servicios del sector público de forma casi instantánea. La digitalización de los servicios públicos mejoraría la transparencia y la accesibilidad. Sin embargo, estos avances también plantean cuestiones sobre los derechos fundamentales y el uso ético de la TICS y la gobernanza electrónica por parte de las instituciones públicas.

Dado que las TICS utilizan datos de los ciudadanos, ¿cómo protegemos la privacidad de estos? ¿en qué principios éticos se basan?

El gobierno debe prestar especial atención para que el uso de la gobernanza electrónica y la inteligencia artificial genere confianza, garantice la inclusión, proteja la privacidad y al mismo tiempo asegure la participación de los ciudadanos.

Esto solo puede lograrse si los ciudadanos tienen acceso abierto a internet y a contenidos en su idioma y si tienen las competencias necesarias para utilizar los servicios.

#AccesToInfoDay

Miriam Soto Domínguez. Politóloga experta en temas de transparencia y privacidad. @MiriamSotoDomn1

“Artículo Sexto” es una iniciativa de opinión de especialistas en materia de transparencia, acceso a la información, protección de datos personales, archivo y rendición de cuentas, promovida por Laura L.

Enríquez (@lauraenriquezr). Las opiniones y voces de estos especialistas son a título personal, y su objetivo es promover la cultura de la transparencia en el país. ¡Hagamos lo que nos corresponde!