Estados Unidos es el referente obligado del capitalismo salvaje en el mundo, de ahí que los ojos conservadores mexicanos siempre miren hacia el norte. Sí, los ojos de aquellos que se quedaron tan mal acostumbrados a seguir los dictados del imperialismo yanqui, que ahora que no se pide línea desde el Gobierno de México, ni el Gobierno estadounidense se atreve a ofrecerla, la oligarquía conservadora mexicana anda extraviada y enmudecida.
Un tanto desilusionada ante el papel respetuoso que ha jugado nuestro vecino del norte, la oligarquía mexicana busca en cada oportunidad que se le presenta, como dicen coloquialmente, echar a andar al Gobierno de Estados Unidos en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero se han ido quedando con las manos vacías y se han tenido que sentar, porque la espera ha sido larga y parece que el llamado de atención que ansían no va a llegar.
El entreguismo conservador es histórico y data del siglo XIX, el XX y los primeros 18 años del XXI, con algunos períodos intermedios en los que el liberalismo logró frenarlos, la oligarquía consideraba como un precio aceptable para continuar con su dominio y explotación de México, el obedecer los dictados del poderoso vecino del norte. Por eso, ahora cada que lanzan el grito de ayuda y reciben silencio por respuesta, se dan cuenta que se han quedado solos en su lucha por regresar al poder.
Y se han quedado solos porque el Gobierno de los Estados Unidos y los grandes capitales de ese país, no se mueven ni un milímetro sin considerar el costo beneficio de cada decisión y por ahora, les conviene más una sana y respetuosa relación con un presidente con gran legitimidad que ha sabido cuidar los límites del respeto y ha jugado bien con las reglas del juego económico mundial. Ha demostrado sobradamente que no es ni comunista, ni socialista, como lo pinta la oposición, sino que es humanista mexicano.
Todo se alinea a la perfección y va marchando viento en popa en la visita que nos realizan los presidentes de Estados Unidos y Canadá, Joe Biden y Justin Trudeau, respectivamente. Y eso los tiene silenciados. Imaginen qué podrían decir aquellos que no bajaban de terminal camionera al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), cuando vieron aterrizar el Air Force One y el avión oficial del Gobierno de Canadá.
Con el mensaje conjunto a los medios de comunicación, que será emitido el día de hoy, se irá el último gramo de esperanza opositora de ver algo negativo, por mínimo que sea, para potenciarlo y usarlo para tratar de manchar el encuentro tripartita. Así se las gastan los conservadores, pero se quedarán con las ganas.
ENTRE GITANOS.
1) La alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón tiene un serio problema de gobernabilidad en su demarcación que la está rebasando y todo debido a que algunos de sus funcionarios no atienden a los vecinos, dejan que los problemas crezcan y cuando le explota a su jefa, en lugar de voltear a ver qué es lo que está fallando ella se vuelca desproporcionadamente y sin sustento en contra del secretario de Gobierno, Martí Batres y de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, culpándolos de todo. Lo peor es que realmente cree tener razón.
2) Continúan los destapes entre las y los legisladores del Congreso de la Ciudad de México, en esta ocasión fue el turno de la Coordinadora de la Fracción Parlamentaria de Morena, la diputada Martha Ávila, quien finalmente hizo pública su aspiración a suceder a su compañera de equipo político, Clara Brugada. Así, la diputada Ávila toma la delantera rumbo a la encuesta en la poderosa Iztapalapa.
3) El embate conservador en contra de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum con motivo del accidente en la Línea 3 del Metro, deja al descubierto la desesperación opositora por tratar de frenar a la puntera y segura sucesora del presidente Andrés Manuel López Obrador. Van dejando trozos de la UNACDMX en el camino y así creen que pueden ganar la CDMX.
*Especialista en Ciencia Política y Gobierno.