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“Los primeros años de vida del niño son fundamentales para su desarrollo futuro. Es el período en que la inteligencia del niño es más plástica y capaz de adaptarse, y es el período más importante de la vida”, son las palabras con las que María Montessori explicaba la importancia de la educación inicial.
Importancia que se reconoce también en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, y por lo que, todos los Estados se comprometieron a garantizar que, para 2030, todos los menores tengan acceso a una atención y una educación de primera infancia y preescolar de calidad.
Compromiso que admite que la falta de acción en los primeros tres años del desarrollo humano compromete, en lo inmediato, el bienestar, aprendizaje y desarrollo integral de las niñas y los niños, ya que entre la gestación y los primeros cinco años de vida ocurre el periodo más trascendente de las personas porque se desarrolla la arquitectura cerebral y los sistemas metabólicos más importantes del cuerpo.
Por lo que, el acceso a la educación inicial puede ayudar a reducir las principales inequidades, los ciclos de pobreza y la falta de derechos humanos básicos, que afectan a una gran mayoría de los niños y niñas entre los 0 y los 5 años a nivel mundial.
Sin embargo, según el informe “Recuperación de Aprendizajes y Trayectorias, Desde la primera infancia y hasta la universidad”, del Proyecto Aprender Parejo, realizado por México Evalúa y la Escuela de Gobierno y Transformación pública del Tecnológico de Monterrey, sólo 7% de los niños recibe atención educativa durante sus primeros tres años de vida y 38 de cada 100 en México no cursaron preescolar antes de comenzar la primaria.
Esto a pesar de que, en marzo de 2022 se publicó la Política Nacional de Educación Nacional que forma parte de la Estrategia Nacional de la Primera Infancia y que responde a lo establecido en eI artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley General de Educación.
El informe del Proyecto Aprender Parejo, que analiza todos los niveles educativos, propone que para lograr que las niñas y niños concluyan satisfactoriamente su vida escolar hasta nivel superior, las políticas educativas deben considerar imprescindible que las personas reciban atención desde la primera infancia y alcancen alrededor de 18 años de educación, tal como lo contempla nuestra Constitución.
Sumado a que deben existir campañas informativas y de sensibilización para que bebés, niñas y niños reciban cuidados y asistan a servicios con estándares mínimos
que aseguren un cuidado respetuoso y el desarrollo de aprendizajes sólidos, desde los cero años y hasta cumplir los 6, ya que todavía hay un desconocimiento de lo importante que es la escuela en esta etapa, pensando que solo van a que los cuiden o que pasen el rato, minimizando lo que en los espacios de educación inicial se aprende y que de manera particular tiene que ver, entre otros puntos, con su desarrollo cognitivo con sus habilidades sociales, emocionales, lingüisticas, desarrollo psicomotriz, fortalecimiento de la autonomía, creativiad y hábitos saludables.
Reconocer la importancia y el valor humano, cognitivo, social y económico que tiene la educación inicial, exigirá de quienes tengan “la oportunidad” de estar en algún espacio de poder o de decisión para el próximo sexenio, su más alto compromiso para crear e impulsar políticas educativas y estrategias que otorguen “Piso Parejo” a la Primera Infancia para que su trayectoria educativa sea más segura, igualitaria y equitativa.
Rosalía Zeferino Salgado
Asesora en Comunicación Estratégica
e Imagen Pública