Por Armando Hernández Cruz
Es muy común escuchar a algunas personas hacer planes de lo que harán "cuando esto termine" "cuando pase esta madre" (hay hasta un meme al respecto) o cuando todo vuelva a ser "como antes".
El ansiado regreso a la "normalidad" implicaría cerrar los ojos a la realidad. Muchos quisieran hacer de cuenta que no pasó nada. Que la pandemia no sucedió. Solo fue un mal recuerdo de una etapa suspensoria que, llegada a su fin, nos permite regresar al punto donde nos habíamos quedado.
Esa actitud, no ha permitido en muchos casos, incorporar los elementos de esta "nueva normalidad", para generar un aprendizaje significativo.
¿No hemos aprendido a hacer home office o home schooling, o a incrementar las operaciones y trámites en línea? ¿De verdad esperamos que ya pronto regrese el caos vial, el tráfico y las largas filas?
Yo no tengo prisa porque "pase esta madre" (la contingencia sanitaria derivada de la pandemia) porque estoy ocupado en aprender las nuevas cosas que esta situación me ofrece.
En mi actividad profesional, en lo académico y en lo personal, la situación me ha traído nuevos retos.
Por ejemplo, ha sido todo un reto para mí diseñar, y elaborar la "arquitectura didáctica" de un curso en un aula virtual de una institución educativa privada, así como impartir clases en su plataforma audiovisual; sin embargo, el aprendizaje pedagógico es invaluable. De este ejercicio aprendí que no es lo mismo impartir la clase presencial en zoom (homeschooling) que preparar e impartir una clase a distancia.
Es importante tomar en cuenta esa diferencia, pues las "clases en línea" no van a funcionar si únicamente se trata de "dejar tareas" para que el estudiante las resuelva por su cuenta, a ver si algo aprende. Me parece un gran error que algunos profesores se desapeguen tanto de los alumnos y únicamente les encarguen actividades a desarrollar en una plataforma. Algunos profesores ni siquiera dan sesiones o asesorías mediante el sistema de videoconferencia, ni para resolver dudas. Además, no podemos pretender sustituir las clases con tareas. Las horas del día incluso no les alcanzan a los estudiantes para tantas tareas. Encima de ello, hay maestros que dejan actividades para fines de semana e incluso días feriados. Esta situación puede llegar a ser causa generadora de estrés y ansiedad, por tantas tareas, además del grado de complejidad de muchas de ellas.
Aunado a ello, algunos maestros tienen criterios muy poco flexibles frente a esta situación, que amerita un mayor nivel de empatía con la situación de cada estudiante. ¿Acaso no hemos aprendido que estamos trabajando en una nueva modalidad?
Flor de Loto: Es necesario incorporar el aprendizaje de la actual situación para mejorar nuestros viejos patrones de conducta y modos de actuación: Aprender del presente.