El Senado aprobó en lo general la reforma judicial, tras una sesión marcada por enfrentamientos, gritos y acusaciones. La jornada legislativa incluyó el cambio de sede debido a manifestantes que interrumpieron la sesión, toma de tribuna y la participación polémica de un senador del PAN que votó a favor, lo que permitió a Morena obtener la mayoría calificada.
La votación cerró con 86 votos a favor y 41 en contra, logrando Morena la aprobación de la reforma constitucional con el apoyo de un panista y la ausencia de un legislador de Movimiento Ciudadano (MC). Aunque la oposición, liderada por el PAN, intentó frenar la discusión en varios momentos, el debate continúa en lo particular, con 60 reservas presentadas por los partidos PRI, PAN y MC.
La sesión del día comenzó con una primera lectura del dictamen en el Senado, pero se suspendió para reanudarse más tarde en otra sede, debido a la presión opositora. En esta segunda sesión, la oposición, visiblemente molesta, se enfrentó al hecho de que Morena no solo había conseguido el voto que le faltaba, sino uno adicional para asegurar la mayoría calificada.
Ernestina Godoy, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, presentó el dictamen afirmando que esta es "una reforma histórica" porque garantiza el derecho de los ciudadanos a la justicia. Señaló que el objetivo es asegurar el acceso real a la justicia, a través de una reestructuración del Poder Judicial de la Federación (PJF) y los poderes judiciales locales. Además, subrayó que la reforma busca "independencia y autonomía" para el poder judicial, protegiéndolo de influencias políticas o económicas.
Por su parte, la senadora Guadalupe Murguía, coordinadora del PAN, calificó la reforma como una "extensión del acta de defunción de la democracia", criticando a Morena por obtener los votos "en lo oscurito". Durante su intervención, acusó al partido oficial de sumar nombres a la "lista de traidores" por la forma en que lograron los votos necesarios.
El ambiente se tensó aún más cuando manifestantes irrumpieron en el salón de plenos, lo que obligó al presidente de la mesa directiva, Gerardo Fernández Noroña, a decretar un receso. Al reanudarse la sesión en una sede alterna, la oposición persistió en intentar frenar la discusión.
El Voto Decisivo y Acusaciones de Traición
Uno de los momentos más controvertidos de la sesión ocurrió cuando el senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien había solicitado licencia, retiró su petición y anunció que votaría a favor de la reforma. La decisión generó un aluvión de abucheos y gritos de "traidor" por parte de sus compañeros de partido. Yunes reprochó al PAN por una campaña de linchamiento en su contra y defendió su voto al afirmar que esta mayoría "representa a los mexicanos, nos guste o no".
Con ese voto, Morena consiguió los 86 necesarios para la aprobación, lo que desató el enojo de la oposición, que respondió tomando la tribuna y coreando "traidores" a Morena y sus aliados. En medio de gritos e insultos, el debate se extendió hasta la medianoche.
Finalmente, pasada la medianoche, se llevó a cabo la votación en lo general, con protestas de la oposición y celebraciones abiertas por parte de Morena. Mientras los senadores de oposición seguían gritando "traidores", los aliados de Morena respondieron con un fuerte "Sí se pudo", celebrando la aprobación de la reforma judicial que había sido impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aún queda pendiente el debate en lo particular, con un número considerable de reservas presentadas por la oposición, pero Morena y sus aliados dejaron claro que la reforma judicial está en marcha.
Foto por Cuarto Oscuro