Columnas
@onelortiz
https://youtu.be/2zIb_Thw8Q4?si=7vFkzghjKYQEsEs7
Después del atentado a Donald Trump, aquel dicho que dice: “Lo que no te mata, te fortalece”, adquiere una vigencia incuestionable. Lo que iba a ser el fin de Trump podría convertirse en la palanca que lo lleve de manera contundente a su segundo período presidencial en la Casa Blanca.
Hay otro dicho que viene muy al pelo con lo ocurrido en Pensilvania: “Cuando te toca, aunque te quites; cuando no te toca, aunque te pongas”. A Trump no le tocaba y no le tocó por escasos centímetros.
Falló el tirador, Thomás Crooks, de 20 años y habitante de Pensilvania, quien fue “abatido”, palabra eufemística para no decir que fue eliminado por las autoridades, lo que complica saber si se trató de un “lobo solitario” o hay cómplices. Falló el equipo de seguridad de Trump y el servicio de inteligencia más importante del mundo, lo que demuestra que no hay intocables y que los mejores protocolos de seguridad fallan.
¿Qué consecuencias políticas tendrá el atentado fallido al expresidente? Además de la condena a la violencia, la exigencia de una investigación a fondo y la solidaridad con Trump, así como considerando la habilidad política del personaje, el partido republicano y los fans del expresidente, potenciarán lasposibilidades de su triunfo en las próximas elecciones.
La imagen de Trump con el rostro manchado de sangre y el puño en alto, teniendo al fondo la bandera estadunidense ondeando, es un poderoso mensaje para el pueblo norteamericano.
Si ampliamos la visión de lo que ocurre con nuestros vecinos del Norte, veremos que el tejido social norteamericano está rasgado por la violencia y el fanatismo. Ese es el riego mayor después del atentado, que las posturas fanáticas se impongan y decidan en el proceso electoral. México debe estar muy atento a este tipo de actitudes y comportamientos. Recordemos que el miedo es el mejor método de control de masas. El odio, el motor principal de las tragedias sociales.
En México, en el pasado proceso electoral varias candidatas y candidatos fueron asesinados. No menciono sus nombres, pero no se nos olvida que todas ellas y ellos merecen justicia. No a la impunidad, menos al olvido.
Hay desadaptados enfermos de odio y sicarios psicópatas o adictos en ambos lados de la frontera del Río Bravo. Hay muchas armas en las calles. Ese es uno de los rostros de nuestra realidad.
Lo he dicho y lo vuelvo a decir: México no es Estados Unidos, pero el presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum no deben estar juntos en actos públicos masivos. Es una cuestión básica de seguridad y sentido común. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.