Reconocer los aciertos de las autoridades es poco común; sin embargo, en este caso no solo valoro, sino apoyo la iniciativa de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para darle “dientes” a la Brigada de Vigilancia Animal a fin de que tenga la facultad para ingresar a domicilios particulares cuando existan denuncias de maltrato y crueldad hacia los animales y éstos puedan ser liberados.
A través de estas líneas felicito sinceramente a la gobernante de la Ciudad de México que con esta acción pondrá fin a todo el sufrimiento de que son víctimas diversas especies de animales, sobre todo a los llamados de compañía: perros y gatos que por ser considerados propiedad del dueño del inmueble tenían que vivir bajo circunstancias crueles e indignas.
Durante mis años de lucha como activista en pro de los animales fue precisamente las nulas facultades que tenía la Brigada de Vigilancia Animal dependiente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana lo que evitó la liberación de innumerables animalitos, pues éstos sólo podían acudir a la propiedad privada a pedir, casi a rogar a los maltratadores que no golpearan, abandonaran en la azotea o dejaran sin alimento a los perros y gatos.
Mi reconocimiento también es extensivo a los legisladores del Congreso local que, se dice, ya aprobaron en comisiones la reforma correspondiente a la Ley de Protección a los Animales de la CDMX, quienes se muestran sensibles y conscientes de que todo ser vivo tiene derecho a ser tratado con dignidad.
Sobre la Brigada de Vigilancia Animal solo puedo decir que ha sido un grupo de elite con enorme compromiso hacia los animales, que ya era justo y necesario se les otorgaran “dientes” para salvaguardar la vida de los animales que están en propiedad privada. Ojalá, es mi deseo, que también se les incremente el presupuesto para la realización de su trabajo y de todos los animales que viven en sus instalaciones de Xochimilco.
Es importante que los legisladores dejen bien claro los protocolos de rescate de los animales, que sean policías capacitados en esta tarea quienes hagan la tarea de liberación y no se envíen uniformados sin experiencia que cometan errores y pongan en riesgo la libertad de un animal maltratado.
No estaría de más que dentro de las reformas a la Ley de Protección a los Animales quede implícito que la autoridad competente, ya sea la Secretaría de Seguridad Ciudadana o la Fiscalía de la CDMX, cuenten con un inmueble adecuado para el resguardo de los perros y gatos en tanto son rehabilitados para posteriormente ponerlos en adopción.
Desde aquí hago votos para que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, recuerde la existencia de la Constitución de la CDMX donde en su artículo 13, inciso B, se establece que en esta ciudad se reconoce a los animales como seres sintientes y muy pronto podamos escuchar sobre la abolición de la tauromaquia.