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El Ministerio de Ambiente advirtió que las lluvias y el fenómeno de La Niña no llegarán al país antes de octubre de 2024. Esta situación llevó a emitir una alerta a las autoridades de Bogotá para reducir el consumo de agua, buscando alcanzar una meta de reducción de tres metros cúbicos por segundo.
En 2024, esta situación fue recurrente y el alcalde Carlos Fernando Galán comunicó personalmente todos los detalles relacionados con el agua.
Por su parte, el embalse de Chuza, clave para el suministro de la ciudad, podría llegar a un nivel crítico del 22 % en diciembre si no se toman medidas urgentes, advirtió la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.
Esto afectaría la capacidad de afrontar la temporada seca a principios de 2025. Anteriormente, Bogotá sufrió una racionalización del agua para afrontar la crisis sin sobresaltos.
La situación actual parece no ser distinta a la del pasado. Así, la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico también prepara nuevas acciones, como limitar el consumo de agua a 12 metros cúbicos mensuales por hogar y revisar las concesiones de venta y pérdidas en el sistema.