Las brigadas de Hezbolá en Irak pidieron a los servicios de seguridad iraquíes alejarse de las bases estadounidenses a una distancia de al menos un kilómetro a partir de la noche del 5 de enero.
“Los líderes de los servicios de seguridad no deberían permitir que sus combatientes sean un escudo humano para los invasores estadounidenses”, dijo el comandante de las Operaciones Especiales de las Brigadas de Hezbolá, informó el sitio árabe Rudaw.
En un un comunicado, la organización islámica musulmana con financiamiento iraní, pidió a las fuerzas de seguridad iraquíes “cumplir con las reglas de seguridad para sus combatientes”.
Las Brigadas iraquíes de Hezbolá habían prometido anteriormente a las fuerzas estadounidenses que responderían al asesinato de Qasem Soleimani y Abu Mahdi Al-Muhandis, confirmado la víspera.
Hezbolá es un aliado del gobierno en Bagdad dominado por chiitas. Los grupos chiíes cobraron fuerza en el país tras la invasión liderada por Washington en 2003. Hasta el momento habían sido fundamentales para luchar contra el Estado Islámico.