Luis Cuanalo Araujo
El caso de la Ciudad de México en el panorama rural y agroalimentario del país es notable. Pocos creerían que el suelo de conservación del territorio rural en esta gran urbe es mayor con relación al ocupado por la parte urbana, de lo que se derivan dos hechos importantes para la vida de la entidad: la producción agroalimentaria y los servicios ambientales que se vinculan al campo.
Aquí se producen poco más de 376 mil toneladas de productos agropecuarios, en 12 mil 400 hectáreas, con un valor de la producción, tan sólo en la parte agrícola, de 3 mil 714 millones de pesos.
Destaca en este panorama la floricultura, al encontrarse en este lugar las mejores condiciones de suelo y clima para esta actividad productiva. Es relevante la forma en la que los productores de la CDMX provén las flores típicas de fechas tan emblemáticas como el Día del Amor y la Amistad, el Día de la Madre, el Día de Muertos y, ahora, la Navidad.
En cada una de estas celebraciones, la ciudad se manifiesta y nos recuerda que, afortunadamente, tras las ruidosas fronteras urbanas cientos de productores mantienen a flote su actividad, en ramas tan ricas y diversas como el nopal, los romeritos y algunas otras hortalizas.
Para darnos una idea: La producción de Nochebuena representa el 12.2 por ciento del valor agrícola total. Datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural señalan que durante este año atípico en la CDMX se sembraron 3 millones 654 mil 653 plantas de esta flor de origen mexicano en una superficie de más de 30.9 hectáreas establecidas en las alcaldías de Xochimilco, Tláhuac, Tlalpan y Milpa Alta.
Tan solo en Xochimilco, la comercialización de nochebuenas se realiza en mercados e invernaderos típicos de la demarcación: Madreselva, El Palacio de la Flor, San Luis Tlaxialtemalco, Cuemanco, Patrimonio Cultural de la Humanidad, Campo 7 y el corredor de viveros de Caltongo, espacios que reciben a los visitantes bajo estrictos protocolos sanitarios.
La pandemia por Covid-19 ha permitido mostrar la fortaleza de nuestro sector, gracias a productores que no bajaron los brazos. El campo no se detiene, no se ha detenido y no se detendrá. Un ejemplo es el de los productores y comercializadores de El Palacio de la Flor, cuyos esfuerzos han sido reconocidos incluso, de manera directa, por el titular de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, quien los visitó el pasado noviembre para hacer una alianza a favor de la floricultura local.
“Mosaico Rural” by: Luis Cuanalo
• Presidente del Colegio de Ingenieros Agroindustriales de México, A.C (CIAGROIN)
• Empresario del sector agroindustrial
• Vicepresidente Enlace Gubernamental Sector Agroindustrial de la CANACINTRA
Correo Electrónico: luiscuanalo@outlook.com