Captación bancaria en lo más bajo desde 2015


Durante el año pasado, la captación bancaria tradicional registró su crecimiento más bajo de los últimos cinco años, al registrar un avance de 7 por ciento, de acuerdo con un estudio de BBVA Research.

Según la institución financiera, el desempeño observado de la captación tradicional refleja la desaceleración de la actividad económica, que generó una menor demanda de depósitos para fines transaccionales, y un menor atractivo de los depósitos a plazo ante la disminución en las tasas de interés.

Sin embargo, el comportamiento de 2019 es el más bajo registrado en los últimos cinco años y representa menos de la mitad de la tasa de crecimiento nominal promedio observada en 2015, de 14.3 por ciento.

A detalle, los depósitos a la vista contribuyeron con 2.9 puntos porcentuales al crecimiento promedio de 7 por ciento en 2019, mientras que los depósitos a plazo aportaron 4.1 puntos porcentuales a dicho dinamismo.

A su vez, BBVA aseguró que la tenencia de Fondos de Inversión de Deuda (FIDs) mantuvo su dinamismo, apoyada por las expectativas de menores tasas de interés y un entorno de menor volatilidad.

Y es que, en 2019, la tenencia de acciones de este tipo de instrumentos logró promediar una tasa de crecimiento nominal de 10.4 por ciento, mayor al crecimiento nominal registrado en 2018, de 9.2 por ciento.

“La continuación de una etapa de relajamiento monetario anticipa en el futuro la reasignación de recursos hacia instrumentos más líquidos o con mayor rendimiento relativo, en un entorno de débil crecimiento económico, lo cual estaría reduciendo la disponibilidad de recursos para destinarse o mantenerse como ahorro de mayor plazo”.

En el caso del ahorro voluntario, la recuperación observada en los últimos cinco meses del año, cuya tasa de crecimiento nominal pasó de 0.4 en agosto a 4.8 por ciento en diciembre, se apoyó en el dinamismo de la tenencia en acciones de FDIs y de valores públicos.

Por su parte, el ahorro obligatorio también aceleró su dinamismo, y logró mantener tasas de crecimiento nominal de doble dígito a partir de agosto de 2019, para cerrar el año con un crecimiento de 16.3 por ciento.