Columnas
La realidad despertó a la maestra Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México, del letargo en que estaban inmersos, después de un triunfo arrollador y de pensar que todo se resuelve con programas sociales. El pasado se metió hasta los domicilios en forma de aguas negras. Las personas tratan de no acostumbrarse a que esto suceda cada año. No se rinden a lo que parece inevitable.
No culpan al actual gobierno en la entidad, de lo que les está sucediendo. Saben, perfectamente, que es una herencia de las administraciones anteriores, fruto de casi un siglo de priismo mexiquense. En esta ocasión la crisis más fuerte es en Chalco. Pero a lo largo de la temporada, muchos municipios tienen sus propias “lluvias atípicas”.
El rostro de la maestra Delfina, recorriendo la zona afectada, mostraba indignación con lo que estaba viendo y escuchando. Si algo le molesta es enfrentar lo que se pudo haber evitado. Nadie le alertó de lo que podría pasar en esa zona, nadie hizo nada por prevenir; pero, lo peor, es que el Gobierno mexiquense se vio lento, ausente, superado, incapaz de reaccionar.
No era para ser sorprendidos, y aun así, les agarró mal parados. Esta no es la realidad del Gobierno en el estado, algo falló, error de comunicación, error de cálculo, indiferencia de alguien en algún escritorio lejano. Falta de planeación, nula reacción.
La Secretaría del Agua mexiquense, conoce perfectamente cada punto susceptible de inundacióny sabe cuáles son las causas. Se requieren proyectos especiales para cada uno. En la mayoría, el problema es originado por la falta de planeación del desarrollo urbano. Es tiempo de que tomen la decisión de ir invirtiendo en cada proyecto y resolver de una vez este problema. Se necesitará del apoyo del Congreso del Edomex y sin duda, de la Federación, para la asignación del presupuesto.
Pero en lo que eso sucede, hay que hacer lo que no hicieron estos meses, trabajar al máximo en el desazolve, con personal y equipo propio, y reforzarlo con la contratación de empresas que brinden este servicio. Poner a trabajar a sus áreas de protección civil, bienestar, obras y servicios urbanos, en un plan especial por zona para reducir las afectaciones de las siguientes lluvias. La comunicación permanente con la gente será primordial.
La gobernadora vio la gravedad de los daños y se dio cuenta que puede ser peor. Observó la inexperiencia y la falta de interés de algunos funcionarios que, si no fuera por ella, nunca se hubieran parado en las zonas afectadas. Sus rostros asustados y desencajados ante el enojo de los damnificados, muestran lo pequeños que se sintieron ante la emergencia.
Tal vez creyeron que ser funcionario solo era ir a inaugurar obras, entregar despensas, dar becas y sonreír a la cámara. El gobierno es la máxima responsabilidad. Se trata de la seguridad de todos los ciudadanos que habitan o visitan el lugar que se gobierna. Es un trabajo de 24 horas, los siete días de la semana. Letras pequeñas que casi nadie lee.
Urgen proyectos hídricos de grandes dimensiones y una limpieza o sustitución de drenajes y de funcionarios que no tienen el compromiso, la experiencia y conocimientos que se requieren para que el Edomex y sus municipios, no se caigan a pedazos.
ENTRE GITANOS
LA MAYORÍA CALIFICADA VA
En la Cámara de Diputados Federal y en el Congreso de la CDMX, la mayoría calificada llegará, a pesar de toda la campaña de desinformación de una oposición que se niega a evolucionar, que no aprende de las lecciones que el pueblo le ha dado en las urnas. La sesión en la que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, le entregó la constancia de presidenta electa a Claudia Sheinbaum, nos dio un adelanto de lo que vamos a ver cuando se trate de resolver sobre la asignación de diputaciones de representación proporcional. Ni el paro en el Poder Judicial de la Federación, evitará que eso suceda. Lo único a lo que pueden aspirar, es a que sus propuestas sean revisadas y en algunos casos retomadas en el texto de la reforma judicial.
*Especialista en Ciencia Política y Gobierno.