Los ciberataques son cuestión de tiempo y nadie está exento, a cualquier persona que esté “conectada” le puede pasar. Sobre todo, ahora que la tecnología, el internet y las plataformas digitales se han convertido en piezas esenciales de nuestra vida, sus beneficios son infinitos pero no olvida que su uso también representa riesgos para la sociedad, empresa, gobierno y la infraestructura crítica del país (centrales energéticas, transporte, sistema bancario, sistemas de agua y de telecomunicaciones, etc) . Hoy en día es más probable que suframos robo de datos personales o usurpación de identidad que allanamientos en nuestra casa.
De ahí la importancia de la ciberseguridad, y qué mejor que este 30 de noviembre, Día Internacional de la Seguridad de la Información, para reflexionar sobre el tema y generar conciencia. La conmemoración de este día surgió en 1988 después del primer caso de malware propagado en la red registrado en el mundo y tiene el objetivo de recordarnos la obligación y necesidad que tenemos de proteger nuestros datos en el cibermundo para prevenir ciberataques.
¿Por qué es importante proteger nuestros datos personales? De acuerdo con el Comité de Tecnologías de la Información de Index, en América Latina se registraron 156 mil millones de ciberataques en el primer semestre de 2022, lo preocupante es que de ese número, aproximadamente 80 mil millones corresponden a empresas y organizaciones mexicanas. Los datos son contundentes, nos enfrentamos a un problema crítico.
Tal es la magnitud de la crisis a la que nos enfrentamos, que el FBI afirmó que “el cibercrimen genera más dinero que el narcotráfico y se ha quintuplicado de 2016 a 2021”. Si a esto agregamos los hackeos que han sufrido instituciones del Gobierno Federal como la Lotería Nacional, Secretaría de la Defensa o la Secretaría de Telecomunicaciones y Transportes, es evidente la necesidad de legislar en la materia y de hacer uso de herramientas de cooperación internacional como el Convenio de Budapest.
Estos ataques demuestran que es urgente una estrategia nacional de ciberseguridad, y modernizar el marco legal porque el actual es insuficiente. Como país debemos hacer el ejercicio de establecer y las estrategias de prevención y protección de nuestra infraestructura crítica y garantizar el uso seguro de las TIC a personas usuarias y empresas. La ciberseguridad del país es una pieza crítica para fomentar el desarrollo y gobernanza de México.
También, debemos entender que la ciberseguridad es un tema de corresponsabilidad y de ética que nos concierne a todas las personas y sectores, no es una necesidad individual sino colectiva. Como legisladora, seguiré impulsando la creación de un marco sólido, con visión de futuro y basado en la cooperación, que respete libertades y que asegure a las personas físicas que el estado las protege.