Como un cuadro del viejo Chagall

Por Óscar Antonio Roa

Si hablamos de pintores con un estilo producto de una mezcla de corrientes, existe uno en particular caracterizado por su originalidad, Marc Chagall. Este 7 de julio se recuerdan 133 años de su natalicio.

En una gama de colores caracterizada por tener tendencias pertenecientes al fauvismo y orfismo, típicas del cubismo de Robert Delaunay, surgió una nueva tendencia aún sin identificar, perteneciente a nuestro artista, la cual causó conmoción durante sus exposiciones en París, así como las de Berlín, posteriormente.

Este pintor nacido en la actual Bielorrusia, se vio determinado por el choque cultural de distintas percepciones; primero, pertenecía a la comunidad judía-rusa, en ese entonces el territorio pertenecía al Imperio ruso; posteriormente, cursaría sus estudios en San Petersburgo. Sería en la primera década del siglo XX cuando conocería las diferentes corrientes pictóricas de Francia y Alemania. Finalmente, plasmaría en sus obras el resultado de haber vivido durante la Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa, eventos que le darían un próspero trabajo como director de la Escuela de Arte de su ciudad natal Vitebsk.

Los turbulentos mediados del siglo pasado, llevarían a Chagall a abandonar su patria, moviéndose a París, lugar donde pasaría la mayor parte del resto de su vida, exceptuando su exilio a Nueva York durante la ocupación nazi. A pesar de dicho evento, su huida le concedería el honor de ser reconocido a nivel internacional, sobre todo, por el homenaje realizado por el Museo de Arte Moderno de la ciudad norteamericana.

Sus últimos años, después de una producción vasta de obras como: París a través de la ventana, Autorretrato, Amantes azules, entre otras; se dedicaría a la producción de vitrales, donde destacan las piezas colocadas en la catedral del Metz y de la sinagoga del Hebrew University Hadassah Medical Centre de Jerusalén.

Fallecido el 28 de marzo de 1985 a la edad 98 años, ha sido un pintor cuya obra no puede definirse por un solo estilo, mucho menos su experiencia, tal vez por ello Silvio Rodríguez utilizaría su figura para inspirarse en su música.

Imagen: Internet