Crece 3% IED en México, pero deja de ser atractivo para el capital

De igual manera, la firma consultora PWC difunde, en el primer día trabajos del foro, el resultado de su encuesta 23 entre CEO’s de las más influyentes empresas transnacionales, y revela que México dejó su noveno sitio entre los países más atractivos para los inversionistas globales a Brasil, al caer dos lugares en el ranking.

Hasta 2018 el país se ubicó en el top 10 de los países donde los inversionistas planeaban y observaban rentabilidad para sus inversiones; el año que finalizó México salió del ranking que ahora se conforma, de mayor a menor atracción: Estados Unidos, China, Alemania, India, Reino Unidos, Australia, Japón, Francia, Brasil y Canadá.

En el documento de las Naciones Unidas, El Monitor de Tendencias de Inversión, se subraya que a diferencia de las regiones de países de mercados desarrollados en donde la IED está estancada o cayendo, en Latinoamérica sigue llegando, “siendo México uno de los dos más beneficiados”.

“El nuevo acuerdo comercial de Norteamérica levantó las expectativas para facilitar las relaciones económicas”, cita el análisis y refiere que los flujos de IED a las economías en desarrollo se mantuvieron en un estimado de 695 mil millones de dólares, de los cuales 170 mil millones se dirigieron a Latinoamérica.

La IED a América Latina y el Caribe aumentó 16 por ciento en 2019, sumando alrededor de 170 mil millones de dólares. En América del Sur, los flujos crecieron 20 por ciento, sobre un estimado de 119 mil millones, apoyados principalmente por los crecientes flujos a Brasil, Chile, Perú y Colombia. Brasil registró un aumento del 26 por ciento, a 75 mil millones.

La IED global bajó 19 por ciento al contabilizar 1.2 billones, declive que se debió en gran medida a las reformas fiscales del presidente estadunidense, Donald Trump, publica Reuters en su nota.

La cifra más baja para el IED global neto desde 2009 fue resultado de que las firmas estadunidenses repatriaron 300 mil millones de dólares o más en ganancias acumuladas, con el fin de aprovechar las exenciones tributarias que ofreció el gobierno de Trump.

Los flujos de inversión neto hacia Europea se desplomaron 73 por ciento a 100 mil millones de dólares, nivel que no se veía desde la década de 1990, ya que compañías de Estados Unidos retiraron los beneficios de varios años de sus filiales de Irlanda, Suiza y otros países.

James Zhan, jefe de inversión de la UNCTAD, dijo a periodistas que la repatriación de fondos que hicieron las firmas estadunidenses se había frenado y que era posible ver un repunte de la IED este año, pero advirtió de riesgos.

Estados Unidos se mantuvo como el principal destino de la IED, atrayendo 226 mil millones de dólares, 18 por ciento menos que en 2017. China fue el segundo, con un alza de 3 por ciento a 142 mil millones de dólares.

La IED comprende fusiones y adquisiciones transfronterizas, préstamos intraempresariales e inversión en proyectos emergentes en el extranjero. Es un barómetro de la globalización y señal potencial del crecimiento de las cadenas de suministro corporativas y de los futuros vínculos comerciales.

En simetría, PWC presentó ante los líderes políticos y económicos que asisten al Foro de Davos, los mercados más atractivos para ver crecer su capital y destacó que en América Latina, los CEO consultados consideran que los mayores riesgos para la región son el populismo, la incertidumbre política y geopolítica.

Desde 2016, de manera consecutiva, PwC coloca a los líderes empresariales de la región entre los menos optimistas sobre el impacto de la globalización en reducir las brechas de ingreso.

En la encuesta de este año, el 53 por ciento de los CEO globales cree que el crecimiento económico mundial se va a desacelerar en los próximos 12 meses.