La Comisión de Debates Presidenciales anunció un cambio de reglas para el 2do debate entre el republicano, Donald Trump, y el demócrata, Joe Biden, de esta noche, sólo se activará el micrófono del candidato que tenga la palabra. Este cambio tiene un objetivo muy claro, se busca un debate, no un show.
El único debate entre Trump y Biden el mes pasado se vio empañado por las frecuentes interrupciones del candidato republicano, lo que provocó que se pidiera que para el próximo encuentro el moderador del debate tuviera la capacidad de silenciar el micrófono de cada candidato mientras hablaba su oponente y, bueno, la noche del lunes se anunció que “se ha determinado que es apropiado implementar medidas con el objetivo de promover el cumplimiento de las reglas acordadas e inapropiado hacer cambios a esas reglas”.
Esta noche en Nashville, Tennessee, veremos un debate con una duración de 90 minutos que se dividirán en 6 segmentos de 15 minutos y cada candidato tendrá 2 minutos para comentar de manera ininterrumpida antes de proceder a un debate abierto, incluso la Comisión de los Debates anunció que las interrupciones serán descontadas del tiempo de cada candidato.
Donald Trump está ansioso por llegar a este debate, sabe que la mayoría de las encuestas lo ubican con una desventaja de entre 9 y 12 puntos sobre Joe Biden, sus políticas de gobierno están siendo duramente cuestionadas, los daños causados por un mal manejo de la pandemia son alarmantes, los contagios se acercan a los 8.5 millones y los fallecidos sobrepasan los 220 mil, la tasa de desempleo a pesar de estar bajando aún es muy alta, está en 7.9 por ciento, la polarización nacional alcanza limites muchos años antes superados y los problemas raciales generan alta preocupación nacional.
En el caso de Joe Biden, bueno, es el puntero y siempre en un debate es el que tiene más que perder.
La expectativa nacional sobre este cara a cara es alta y no sólo por la exposición de ideas y posiciones particulares y partidarias, sino, por saber qué es lo que Trump hará o dirá para tratar de obtener más votos para su causa. Veremos si el compromiso de Trump, su equipo de campaña y de los republicanos mismos por debatir se limita a lo sugerido y “ordenado” por la Comisión de Debates. Entre los temas que se abordaran en este encuentro destacan los relativos a la pandemia por Covid-19, el racismo y el cambio climático, por cierto, ninguno de ellos ha dado buenos divídenos para el actual candidato-presidente.
La Comisión de Debates Presidenciales, la que generó los cambios para este segundo encuentro, hay que mencionarlo, no tiene afiliación política.
Trump-Biden, una elección de grandes repercusiones…