Desplazan a la Mona Lisa por tercera vez en el Louvre

El Museo del Louvre anunció que, de forma excepcional, trasladará de galería a la Mona Lisa (1503), obra maestra de Leonardo da Vinci y la más emblemática del recinto, para finalizar la renovación de la sala de los Estados, por lo que quedará expuesto, a partir del 17 de julio y hasta mediados de octubre, en la galería Médicis, junto a pinturas de Pedro Pablo Rubens y otros maestros de la escuela flamenca.

Desde que llegó al famoso recinto en París Francia, en 1797, el lienzo ha sido desplazado en tres ocasiones, contando la de este año. El primer movimiento surgió entre 1992 y 1995, cuando fue expuesta en la Gran Galería por motivos museográficos y, de 2001 a 2005, la trasladaron a la sala Rosa durante una renovación previa de su actual emplazamiento.

En esta ocasión, la mudanza temporal responde a la necesidad de adaptar la sala a las normas de seguridad y también de aumentar la fluidez de entradas y salidas, como parte de un plan impulsado desde 2014 por el director general del museo, Jean-Luc Martinez, mismo en el que han invertido alrededor de 60 millones de euros en mejorar los accesos y reducir las colas.

Aun así, el traslado de la obra de Da Vinci no entraba en los planes del Louvre, pues un portavoz del museo explicó que la idea era mantener a la Gioconda en la sala de los Estados hasta que finalizaran las obras; sin embargo, tuvieron que cambiar de opinión tras las protestas que provocaron un cierre de 24 horas, de sus agentes de seguridad por el flujo incontrolable de visitas.

De hecho, en 2018 batió su propio récord al acoger a 10.2 millones de personas, lo que supone un aumento del 25 por ciento con respecto al año anterior. Esta situación se agravió en enero del año en curso cuando apenas habían iniciado las obras de renovación, por lo que se vieron obligados a colocar andamios y cerrar uno de sus dos accesos, lo que dificultó todavía más la circulación.

Esto debido a que el Louvre calcula que cerca del 70 por ciento de sus visitantes, tienen como objetivo principal ver de cerca esa obra.

La gran cantidad de público que mueve ese pequeño retrato hace que no pueda formar parte de la exposición por el 500 aniversario de la muerte de Leonardo da Vinci, prevista entre los próximos 24 de octubre y 24 de febrero, ya que el espacio Napoleón en el que se ubicará no tiene el tamaño necesario para afrontar la afluencia de visitantes que genera.

Entre los principales motivos por los que La Gioconda no puede viajar fuera del museo, se debe a que es una obra particularmente frágil al ser un cuadro pintado sobre una plancha de madera de álamo ligeramente curvada y que tiene una fisura no restaurable en su reverso.