Soy de una generación surgida en los ochentas, crecí en la etapa de la niñez y la adolescencia escuchando y viendo el nombre Diego Maradona, años en los que le mostro al mundo sus mejores dotes futbolísticos y como mexicano nos toco vivir de cerca prácticamente su clímax al coronarse campeón del mundo en México 86.
¿Motes? Varios. El cebollita, D10S, el Pelusa, Pibe de Oro, Barrilete Cósmico, entre otros. No importa como le llamaran a el Diego, el mundo entero lo conoció primero por lo magistral de su juego con la zurda que acariciaba el balón y segundo por su vida personal fuera de la cancha que no precisamente era lo que marcan los cánones o el Manuel de Carreño.
Ya han pasado varias semanas desde el deceso de este personaje que desde sus tiempos de jugador hasta su muerte y seguramente para la eternidad se estará hablando de él. Jugó en Sudamérica, en mundiales, en Europa, hizo lo que quiso con el balón, dicen os que saben que Diego no pateaba la esférica, la acariciaba como los dioses del olimpo seguramente lo hacían. Sin duda muchos positivos en su vida de deportista y muchos negativos en su vida personal. Ejemplo dentro y fuera del campo, pero recuerde que no todos los ejemplos son del lado bueno, existen ejemplos de lo que no se debe de hacer. Si, y ese era Diego Maradona.
El mundo seguirá en el debate de quien es el mas grande si él o el Rey Pele (Edson Arantes do Nascimento), en lo particular no hay duda, aunque no lo vi jugar los números son fríos y ahí están los resultados dentro de la cancha, que es lo que vale. Lo extra futbol pues sin duda el comportamiento del ex pareja de Xuxa ha sido por mucho mil veces mejor.
Seguramente no estarán de acuerdo con el siguiente comentario, pero a mi entender si Diego jugara en estos tiempos seria uno mas arriba del promedio, obviamente una estrella, pero si bien es cierto lo que Maradona demostraba en sus tiempos de jugador era que estaba adelantado a su época, tanto futbolísticamente como mentalmente, para llevar su juego a otro nivel, situación que lo colocaba por encima de sus compañeros. Sin duda un líder nato, pero no el mejor del mundo de todos los tiempos como lo han querido vender siempre.
Dejando el futbol como jugador se metió de entrenador prácticamente en clubes de tres países Emiratos Árabes, México y Argentina, y en algún momento dirigió a su selección natal. En este rubro nada que destacar.
Litigios judiciales, demandas por paternidad, violencia, violencia de genero y abuso sexual, problemas con el fisco, problemas de salud y mentales por drogadicción, entre otros. Son parte de la vida de el astro argentino que dejara este mundo a los 60 años de edad.