El primer ministro belga, Alexander De Croo, del partido liberal flamenco Open Vld, anunció este domingo su dimisión tras los decepcionantes resultados obtenidos por su formación en las elecciones federales y regionales de Bélgica.
"Para nosotros fue una noche especialmente difícil, perdimos", expresó un De Croo visiblemente conmovido, sin poder contener las lágrimas durante su comparecencia pública. El primer ministro felicitó a los partidos ganadores: el nacionalista flamenco N-VA, el ultraderechista Vlaams Belang y el socialista flamenco Vooruit, que también logró buenos resultados.
De Croo reflexionó sobre los pobres resultados de su partido, que contrastan con el éxito de los liberales francófonos (MR) en Bruselas y Valonia. "Éste no es el resultado que esperaba y no eludiré mis responsabilidades. A partir de mañana dimitiré como primer ministro (...) Me concentraré plenamente en los asuntos de actualidad. Prepararé todo para una buena transmisión a mi sucesor o sucesores", afirmó.
Al evaluar los resultados, De Croo admitió que su formación tiene "muchas más preguntas que respuestas" en este momento, pero aseguró que su partido es "combativo y resiliente" y que volverá "más fuerte".
Con más del 95% de los votos escrutados, los separatistas flamencos se consolidan nuevamente como la fuerza política dominante tras las elecciones parlamentarias. Se prevé que la conservadora Nueva Alianza Flamenca (N-VA) obtenga el 17% de los votos, mientras que el partido Vlaams Belang conseguiría el segundo mayor porcentaje con un 14%.
En la votación nacional, celebrada simultáneamente con las elecciones al Parlamento Europeo, el partido liberal flamenco de De Croo perdería casi la mitad de sus escaños en la Cámara de Representantes de Bélgica, marcando así un punto de inflexión en el panorama político del país.